La libertad de prensa se vio deteriorada en varios países de Centroamérica y en Venezuela, según un informe publicado el martes por la organización Reporteros sin Fronteras (RSF).
El informe destacó el caso de Honduras, que vivía una situación “de por sí mala”, y que empeoró tras el golpe de Estado del 28 de junio.
“Predador de los medios de comunicación que no gozan de su favor, el gobierno golpista desplegó una verdadera estrategia de ‘silencio’ de la información en detrimento de la prensa internacional”, según RSF.
Honduras ocupa el lugar 128 en el ranking de la organización, arriba de Gabón y debajo de Marruecos.
También en Centroamérica, la libertad de prensa se vio perjudicada por la violencia de las guerrillas en El Salvador, “donde las Maras castigaron a la prensa antes del asesinato del documentalista Christian Poveda (que ocurrió después del período de la presente clasificación)”. Asimismo, la libertad de prensa “toma un cariz alarmante” en Guatemala y en Nicaragua.
Otro retroceso importante ocurrió en Venezuela, según RSF, donde el gobierno de Hugo Chávez “modifica permanentemente las reglas para eliminar progresivamente cualquier prensa crítica del paisaje audiovisual hertziano”.
“La confiscación inopinada, en agosto de 2009, de las frecuencias de 34 canales y emisoras regionales, responde directamente a este objetivo”.
Venezuela pasó a ocupar el lugar 124 del ranking y ahora es uno de los países peor considerados del continente en materia de libertad de prensa, de acuerdo a RSF.
Sólo le superan Colombia en el lugar 126, México en el 137 y Cuba en el 170.
En el caso de Colombia y México, la violencia que impera en ambos países “genera autocensura y temas tabú”, según el informe. México, además, está sumido desde 2006 en un “cuasi estado de guerra con la vasta ofensiva federal contra el narcotráfico”.
En Cuba, la libertad de prensa es directamente inexistente, dijo RSF. Las escasas esperanzas de que el acceso oficial de Raúl Castro a la presidencia mejoraría esta situación se disiparon.
“Dos nuevos encarcelamientos, llevando a 25 el número de periodistas detenidos en la isla, frecuentes bloqueos de sitios e interpelaciones a blogueros muestran de forma más general una ausencia de evolución de la situación de los derechos humanos y de las libertades”, concluyó el informe.