Solicitar con mayor frecuencia pedidos de comida o mercado a domicilio, trabajar desde la casa y usar tapabocas son las medidas que a los colombianos les han parecido más difíciles de adoptar para evitar el contagio de la COVID-19 durante la cuarentena.
Estos fueron los hallazgos de una encuesta elaborada por la Universidad del Rosario, el Observatorio Pulso del Consumidor SINNETIC y El Tiempo.
Según el estudio, para el 37% de los entrevistados es difícil acostumbrarse a solicitar pedidos de comida o mercado a domicilio. De este grupo poblacional, a quienes más les ha costado es a las personas entre 36 y 45 años de edad (49%).
Así mismo, al 34% de los encuestados les ha parecido difícil trabajar desde la casa durante esta cuarentena, especialmente para el 49% de los menores de 25 años y al 44% de las personas entre 26 y 35 años.
“Detrás de ir a la universidad o la oficina se esconde un conjunto de rituales sociales que internet no logra sustituir con facilidad y esto hace difícil adoptar hábitos productivos en casa”, afirma Gabriel Contreras, CEO de Sinnetic Colombia.
También lea Duque instituye diez pasos de confinamiento para enfrentar la COVID-19En cuanto al uso del tapabocas, el 32% de las personas manifestó dificultad para adoptar este hábito, principalmente para el 50% de los mayores de 46 años.
Según Miguel Gutiérrez, profesor del Programa de psicología y miembro del Centro de Estudios Psicosociales de la Universidad del Rosario, una posible explicación frente al uso del tapabocas, puede tener que ver con una mayor sensación de vulnerabilidad por la edad frente al contagio y, por lo tanto, una mayor conciencia de la necesidad del uso del tapabocas.
Dejar de viajar al extranjero en el corto plazo, saludar en la mejilla y salir a comer a la calle son otros de los hábitos que son difíciles de abandonar, según los encuestados.
Este estudio fue respondido por 580 colombianos. Se desarrolló durante las tres primeras semanas del mes de abril para buscar cuáles son las medidas más difíciles de adoptar para evitar la propagación de la COVID-19.
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La vida después del COVID-19: nuevas normas, nuevos hábitos