Un mexicano que fue deportado en 2004 y volvió a entrar a Estados Unidos sin autorización posteriormente fue capturado en una zona rural de Missouri, acusado de matar a cinco personas en Kansas y Missouri.
Pablo Antonio Serrano Vitorino había sido buscado exhaustivamente durante 16 horas, con helicópteros y por tierra, con perros policías y equipos SWAT, y era considerado altamente peligroso.
Una patrulla de lo policía lo halló tumbado en una colina, completamente exhausto, y lo capturó sin disparar un tiro, a pesar de tener un rifle AK-47 en sus manos, que se sospecha ocupó para los asesinatos.
De acuerdo a la policía, Serrano disparó contra los cuatro hombres el lunes por la noche en Kansas City. Uno de los cuatro alcanzó a llamar a la policía antes de morir. No está claro el motivo de los asesinatos.
Al día siguiente se sospecha mató además a Randy Nordman, de 49 años, en el condado de Montgomery, en Missouri.
Tres de las cuatro víctimas de Kansas han sido identificadas como Michael Capps, de 41 años, y los hermanos Austin y Clint Harter, de 29 y 27 años, respectivamente.
Serrano fue arrestado en septiembre pasado por un delito menor, pero fue liberado posteriormente. Vivía en una casa rentada, con su esposa y dos niños de edad escolar, y de acuerdo a los vecinos hacia trabajos de jardinería.
Serrano será presentado este mismo miércoles ante un juez, pero no sería raro que su caso sea utilizado por los políticos anti inmigrantes que en ocasiones anteriores han reclamado una mayor seguridad en la frontera.