El presidente de México, Felipe Calderón, decretó tres días de luto nacional por las víctimas del ataque perpetrado por los "terroristas" en un casino de la ciudad de Monterrey, en donde murieron 52 personas.
"México es mucho más fuerte que un puñado de criminales que quieren imponer el miedo", dijo Calderón, que viaja hoy hacia Monterrey. El mandatario también anunció "una sustancial recompensa" de $30 millones de pesos (unos $2,4 millones de dólares) para quien ofrezca información que lleve a la captura de los autores del asalto e incendio del Casino Royale.
Testigos dijeron que varios pistoleros ingresaron al casino y rociaron algunas áreas con gasolina antes de encender el fuego. Muchas de las víctimas fueron encontradas atrapadas en los baños del casino, donde se ocultaron para tratar de escapar de los pistoleros.
El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, confirmó la cifra a la televisión mexicana Televisa, como resultado del ataque contra Casino Royale, en Monterrey, la capital de Nuevo León.
El presidente Barack Obama dijo que Estados Unidos comparte el dolor de su vecino México a la vez que reafirmó su compromiso a "continuar nuestra cooperación sin precedentes para hacer frente a estas organizaciones criminales".
"Condeno enérgicamente el ataque brutal" en Monterrey. "En nombre del pueblo estadounidense, nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas y familiares en este difícil momento", afirmó.
“El pueblo de México y su gobierno están comprometidos en una lucha valiente para romper violentas organizaciones criminales transnacionales que amenazan a México y Estados Unidos. Nuestro gobierno es y seguirá siendo un socio en esta lucha”, dijo el presidente Obama.
Por su parte el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, lamentó el crimen e invitó en un comunicado oficial a los países mesoamericanos a redoblar, mediante un frente común, sus esfuerzos conjuntos de lucha contra el crimen organizado.
Los casinos y otros negocios son objetivos permanente de chantajes, demandando pagos a cambio de protección por parte de los cárteles de narcotraficantes.
Algunas personas quedaron atrapadas en el lugar y fueron liberadas por los bomberos dijeron que la puerta de emergencia estaba trancada, según el diario Milenio.
Monterrey, capital del estado de Nueva León, vive en los últimos años una ola de violencia vinculada al narcotráfico. La zona es disputada por dos de los más grandes cárteles del país, el Golfo y los Zetas.
Más de 41.000 personas han sido asesinadas desde que el presidente Calderon lanzó una guerra fronta contra los cárteles de las drogas desde fines de 2006.