Una caravana anual de inmigrantes centroamericanos se dirige a Ciudad de México para agradecer a la Virgen de Guadalupe, en lo que será su última parada de un viaje que este año les atrajo duras críticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El peregrinaje es organizado por la ONG Pueblo Sin Fronteras.
El gobierno de México, que ha dado a muchos de los participantes en la caravana visas de tránsito o humanitarias que les permitirían llegar a la frontera, anunció esta semana que el grupo ha comenzado a dispersarse por decisión de sus integrantes.
Si bien es cierto que algunos planean solicitar asilo en EE.UU., otros planean permanecer en México. Y otros tantos abandonaron el esfuerzo la semana pasada para tratar de cruzar a EE.UU. por su cuenta.
Este viernes, el Secretario del Interior de México, Alfonso Navarrete, dijo que llamó por teléfono a la embajadora estadounidense Roberta Jacobson para consultas en relación a los comentarios del presidente Donald Trump el jueves, cuando dijo que en un discurso en West Virginia que las mujeres migrantes en "estaban siendo violadas en el trayecto a EE.UU."
La caravana se debilitaba este viernes a su paso por el centro de México, reporta la agencia Reuters.
El grupo, conformado en su mayoría por hondureños, llegó a tener unas 1,500 personas pero tras las amenazas de Trump de movilizar tropas a la frontera con México para cortarles el paso, se ha venido reduciendo y hoy son apenas la mitad, dice la información.
La caravana, que organiza anualmente la organización no gubernamental Pueblo Sin Fronteras, busca llamar la atención sobre los derechos de los migrantes y brindarles ayuda a quienes huyen de la violencia en sus países azotados por el crimen y la pobreza.
El viernes, los migrantes salieron del estado oriental de Veracruz rumbo a Ciudad de México, donde planeaban realizar protestas y reunirse con funcionarios mexicanos.
“La caravana se ha diluido bastante”, dijo Irineo Mujica, representante de Pueblo sin Fronteras, a la mexicana Radio Fórmula. “Algunos están avanzando a la frontera norte con su familia o la Ciudad de México”, agregó.
Mujica precisó que de las 1,500 personas que comenzaron la marcha a fines de marzo en la frontera con Guatemala solamente quedan unos 800 y que ninguno de ellos buscará asilo en Estados Unidos, como se tenía previsto inicialmente.
Esta semana, el presidente Trump publicó varios mensajes en contra del movimiento e incluso acusó al Gobierno mexicano de no hacer nada para prohibir el paso de migrantes por su territorio.
En respuesta, el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, dijo en un mensaje que el envío de tropas a la frontera con México afectaría la relación bilateral.