El nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto, asumió el poder este sábado en ese país, tras haber designado la víspera al grupo de colaboradores que integran su gabinete.
Luis Videgaray, será el secretario de Hacienda y Miguel Osorio secretario de Gobernación, puestos claves para empujar reformas económicas pendientes y coordinar la seguridad del país. Videgaray es el hombre de más confianza del nuevo mandatario.
Videgaray, un ex secretario de Finanzas de Peña cuando fue gobernador del populoso Estado de México, se hará cargo de impulsar en el Congreso -donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no tiene mayoría- una profunda reforma fiscal que ha prometido Peña para "modernizar" México.
Mientras tanto, la secretaría de Gobernación, a cargo de Osorio, un ex gobernador del central estado de Hidalgo, podría concentrar la negociación política con la oposición y la seguridad al absorber a la Secretaría de Seguridad Pública, de la cual depende la Policía Federal.
La concentración del poder en la secretaría de Gobernación dependerá de que el Congreso apruebe una reforma a la ley de la administración pública solicitada por Peña, quien llega a la presidencia en medio de una extendida violencia ligada con el narcotráfico que ha cobrado la vida de más de 60.000 personas en los últimos seis años.
El nuevo mandatario también nombró al ex diputado federal Ildefonso Guajardo como su secretario de Economía y al ex presidente del PRI Pedro Joaquín Coldwell como secretario de Energía.
Al frente de la petrolera estatal Pemex designó a Emilio Lozoya, un hombre de finanzas cuyo único cargo público fue de analista del banco central hace años.
Coldwell y Lozoya serán piezas clave para empujar una reforma energética que Peña presentará probablemente en el 2013, especialmente para inyectar capital privado en Pemex.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el máximo organismo del sector privado, dijo en un comunicado que dados sus perfiles y trayectorias los integrantes del gabinete sabrán cumplir con sus responsabilidades, mientras que observadores políticos deben dar algo más.
"Honestidad, resultados en materia de seguridad y una postura progresista respecto a la economía. Eso es lo que tiene que mostrar el PRI para convencer, y eso es un gabinete de resultados", dijo el analista Federico Berrueto.
El secretario de Hacienda saliente, José Antonio Meade, fue incorporado en el gabinete de Peña como nuevo canciller; mientras que Jesús Murillo será el próximo jefe de la Procuraduría General de la República (PGR), o fiscal general, un puesto clave dentro para la lucha contra el crimen organizado.
En el gabinete de Peña hay políticos vistos como miembros de la vieja guardia del controversial PRI, como el caso de Murillo, actual presidente de la Cámara de Diputados, quien deberá ser ratificado en la fiscalía general por el Senado, y el ex secretario de Gobernación Emilio Chuayffet, nuevo secretario de Educación.
Hay otros políticos que provienen de gobiernos de izquierda como Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social, y Manuel Mondragón, designado secretario de Planeación Institucional y hasta hoy jefe de la policía de la Ciudad de México.
En México se cumplió hoy la sucesión presidencial. El PRI vuelve a gobernar después de 12 años de estar alejado del poder.