La policía mexicana encontró 10 cuerpos decapitados y 11 cabezas en el estado de Guerrero, donde desaparecieron los 43 estudiantes en septiembre pasado.
Varios de los cadáveres decapitados hallados en fosas a unos 50 kilómetros al este de la capital del estado de Guerrero, Chilpancingo, mostraban señales de tortura y tenías las manos atadas, según funcionarios de seguridad.
Las 11 cabezas decapitadas fueron descubiertas en una tumba adentro de cuatro bolsas de plástico negro, según la oficina del fiscal del estado de Guerrero. La identidad de las víctimas no estaba clara.
El gobierno de México investiga qué pasó con los estudiantes desaparecidos, que se dice fueron secuestrados la noche del 26 de septiembre por la policía, que luego los entregó a una banda de narcotraficantes en Iguala, la tercera ciudad más grande de Guerrero.
El fiscal general Jesús Murillo dijo que la evidencia sugiere fuertemente que los policías entregaron a los estudiantes a miembros del cartel de drogas, para luego incinerarlos. Los restos de sólo uno de los desaparecidos 43 ha sido identificado hasta el momento.
El destino de los estudiantes ha provocado grandes protestas en México, y Peña Nieto ha estado bajo presión para aclarar el caso y poner fin a la violencia del narcotráfico en el país.
En una reunión con Peña Nieto en la Casa Blanca el martes, el presidente Barack Obama dijo que estaba comprometido a ayudar a México a erradicar los carteles narcotraficantes, pero que correspondía al gobierno mexicano para resolver el problema.
Policía encuentra 10 cuerpos decapitados y 11 cabezas en el estado donde desaparecieron 43 estudiantes.