La agencia estadounidense ya había confiscado dos aeronaves de la compañía Starwood como parte de una investigación por narcotráfico.
La Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) reveló el jueves que la empresa propietaria del Learjet 25, en el que viajaba la cantante Jenni Rivera, está bajo investigación y que a principios de año ya había confiscado dos aeronaves como parte del proceso.
La portavoz de la DEA, Lisa Webb confirmó que se confiscaron los jets de lujo en Texas y Arizona, pero no dio más detalles sobre el caso.
La DEA también está revisando toda la documentación y registros asociados a Starwood, la compañía con sede en Las Vegas y propietaria de las aeronaves, así como correspondencia que mantuvo la empresa con el ex alcalde de Tijuana, de quien la agencia sospecha tiene fuertes vínculos con el crimen organizado.
Las investigaciones arrojan que el hombre que debe estar detrás de la compañía Starwood es Christian Esquino, un ex convicto, quien tiene un largo historial delictivo.
Oficialmente la persona que aparece al frente de la empresa es su cuñada, pero según otros documentos ella es solo una encargada, siendo Esquino, quien maneja todas las operaciones.
Esquino fue deportado a México, luego de cumplir una condena de dos años por fraude en EE.UU. sobre aviación. Además anteriormente también fue declarado culpable de fraude en un caso sobre narcotráfico en Florida.
En una entrevista telefónica desde México, Esquino contó que Jenni Rivera tenía pensado comprar la aeronave por un valor de $250.000 y que el viaje en el que perdió la vida, fue un vuelo de prueba.
Piloto no tenía restricciones
Miguel Pérez, el piloto del avión en el que viajaba la artista Jenni Rivera, cumpliría en enero 79 años de edad y al parecer no estaba autorizado para volar de noche ni para llevar pasajeros.
La información es atribuida por el diario La Reforma a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, sin embargo, esta versión fue desmentida por la Secretaría de Comunicaciones y Transporte de México, que en un comunicado precisa que Pérez no tenía restricciones.
Algunas versiones en Monterrey (México), señalan que en el lugar del siniestro se encontró un documento expedido por la entidad rectora de la aviación de EE.UU. en el que se especifican las restricciones: No volar de noche y no llevar pasajeros.
El piloto estaba al frente del avión Learjet 25 que partió de madrugada de Monterrey y que desapareció del radar sin ningún llamado de auxilio o de alerta por fallas.
El avión se desplomó desde 28 mil pies de altura, en picada y a una velocidad superior a los mil kilómetros por hora.
La aeronave de matrícula N345MC fue fabricada en 1969 y estaba registrada como propiedad de Starwood Management, empresa que se declaró en bancarrota en febrero de 2010.
La portavoz de la DEA, Lisa Webb confirmó que se confiscaron los jets de lujo en Texas y Arizona, pero no dio más detalles sobre el caso.
La DEA también está revisando toda la documentación y registros asociados a Starwood, la compañía con sede en Las Vegas y propietaria de las aeronaves, así como correspondencia que mantuvo la empresa con el ex alcalde de Tijuana, de quien la agencia sospecha tiene fuertes vínculos con el crimen organizado.
Las investigaciones arrojan que el hombre que debe estar detrás de la compañía Starwood es Christian Esquino, un ex convicto, quien tiene un largo historial delictivo.
Oficialmente la persona que aparece al frente de la empresa es su cuñada, pero según otros documentos ella es solo una encargada, siendo Esquino, quien maneja todas las operaciones.
Esquino fue deportado a México, luego de cumplir una condena de dos años por fraude en EE.UU. sobre aviación. Además anteriormente también fue declarado culpable de fraude en un caso sobre narcotráfico en Florida.
En una entrevista telefónica desde México, Esquino contó que Jenni Rivera tenía pensado comprar la aeronave por un valor de $250.000 y que el viaje en el que perdió la vida, fue un vuelo de prueba.
Piloto no tenía restricciones
Miguel Pérez, el piloto del avión en el que viajaba la artista Jenni Rivera, cumpliría en enero 79 años de edad y al parecer no estaba autorizado para volar de noche ni para llevar pasajeros.
La información es atribuida por el diario La Reforma a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, sin embargo, esta versión fue desmentida por la Secretaría de Comunicaciones y Transporte de México, que en un comunicado precisa que Pérez no tenía restricciones.
Algunas versiones en Monterrey (México), señalan que en el lugar del siniestro se encontró un documento expedido por la entidad rectora de la aviación de EE.UU. en el que se especifican las restricciones: No volar de noche y no llevar pasajeros.
El piloto estaba al frente del avión Learjet 25 que partió de madrugada de Monterrey y que desapareció del radar sin ningún llamado de auxilio o de alerta por fallas.
El avión se desplomó desde 28 mil pies de altura, en picada y a una velocidad superior a los mil kilómetros por hora.
La aeronave de matrícula N345MC fue fabricada en 1969 y estaba registrada como propiedad de Starwood Management, empresa que se declaró en bancarrota en febrero de 2010.