Son las ocho de la mañana y los comercios de Miami Beach ya levantan sus persianas. Los supermercados, que ahora operan bajo un nuevo horario por la pandemia del coronavirus, han tenido suficiente tiempo para reponer sus estanterías con desinfectantes, agua y papel higiénico.
Ya hay casi 15,000 casos positivos de COVID-19 en Florida y casi la mitad se dan en el sur del estado. Las autoridades siguen implementando medidas extraordinarias para frenar esta crisis sanitaria. La última ha sido la de obligar a empleados y clientes de restaurantes, supermercados y farmacias a llevar mascarilla o algún objeto que tape la nariz y la boca.
Una medida que debía haberse implantado antes
“Ya era hora, no entiendo por qué no hacen la cuarentena obligatoria”, dice Antonella DiFranco, una residente italiana que ha madrugado para ser de las primeras en llegar al establecimiento. Va con guantes y mascarilla, pero no porque ahora sea obligatorio sino que fue una decisión que tomó hace varias semanas como precaución.
“Siempre voy con guantes y mascarilla cuando voy a hacer la compra porque tengo una niña, por mí y por mi familia que está en casa: prefiero cuidarme”, admite.
El comisionado de Miami Beach, Michael Góngora, se vanagloria del trabajo que ha hecho el ayuntamiento en esta crisis del coronavirus. La ciudad había estado en el punto de mira porque pocas semanas antes de que estallara la pandemia, miles de personas seguían en las calles, en aglomeraciones, celebrando el Spring Break y otras fiestas multitudinarias.
El alcalde y los concejales tomaron la histórica decisión de cerrar playas, hoteles y restaurantes antes que nadie. Una decisión que, con el paso de los días, se ha comprobado que sirvió para disuadir a las multitudes y ayudar a frenar la propagación del coronavirus.
También lea Wuhan, centro de pandemia, levanta cuarentena“Miami Beach fue la primera ciudad de Florida en tomar acción: cerró las playas y los hoteles. Tuvimos que actuar, especialmente por el Spring Break, porque los jóvenes no se estaban tomando esto en serio y nos tuvimos que poner fuertes”, manifestaba Góngora al tiempo que admitía que le hubiese gustado “actuar incluso más rápido de lo que se hizo”.
Ahora pretenden adelantarse al resto de administraciones del Condado y del Estado y han implantando una nueva norma en restaurantes, farmacias y supermercados: Tanto los empleados como los clientes deben tener algún objeto que les tape la boca y la nariz.
La norma, que ahora solo está vigente en el término municipal de Miami Beach, podría ampliarse al condado o a todo el estado en los próximos días.
No se va a sancionar, de momento
Góngora subraya que, con esta medida, el ayuntamiento “no quiere poner nerviosas a las personas” que, por alguna razón, no cuentan con una mascarilla homologada, como la popular N95.
También lea Premier británico Boris Johnson en su segunda noche de cuidados intensivos por coronavirus“Esta nueva ley no es para penalizar. Aunque la nueva ley dice que es penal, los policías van a estar ahí para educar a las personas y decirles que es un nuevo requisito, y que nos tenemos que cuidar en estos tiempos”, explica el político.
A pesar de que la legislación se dio a conocer la semana pasada, muchos aún no se habían enterado de su entrada en vigor. Fue el caso de Lorenzo, un argentino que vive en el sur de la Florida, al que no le permitieron la entrada porque no llevaba ni mascarilla ni ningún objeto que le tapara la boca.
“No lo sabía, así que ahora tendré que comprar. Me parece bien que lo hayan puesto porque es una medida más para ayudar”, dijo.
"La gente no respeta"
Coya Rodríguez, una venezolana también afincada en Miami Beach, está satisfecha con esta medida que, según ella, representa “el mínimo de protección que tenemos que hacer todos”.
“Creo que hay bastante apatía de la gente, pero creo que debían haber hecho algo más de presión para que todo el mundo la hubiese utilizado y no hubiese habido el gran incremento de infectados”, decía indignada ante esta situación.
Las autoridades ya avisaron que esta medida será obligatoria “hasta nuevo aviso” y se desconoce si se podría ampliar a otros espacios, como podría ser el caso de los hoteles cuando reabran de nuevo tras la pandemia.
También lea Gobierno de EE.UU. dice que Zoom se está tomando en serio la seguridad“Sinceramente no hemos hablado de los tapabocas para los hoteles, pero creo que el coronavirus ha cambiado a nuestra sociedad para siempre”, agrega Góngora.
Sin embargo, puntualiza “que, a partir de ahora, vamos a ver un cambio en cómo la gente se comporta después de este virus porque, por primera vez, tenemos miedo de algo muy contagioso”.
Impacto económico en el turismo
La ciudad de Miami Beach aún no ha estimado el impacto económico que puede suponer esta “pausa” a raíz del coronavirus. El mes de marzo, explican desde el ayuntamiento, es la mejor época del año para los profesionales de la hostelería: es temporada alta, es cuando más eventos se celebran y coincide con las vacaciones de primavera de miles de universitarios.
También lea Remesas en Latinoamérica, África y Asia disminuyen por coronavirusPese a todo, dice Góngora, la ciudad piensa poner sobre la mesa un plan de estímulo económico pensado para los negocios que viven del turismo. ¿El objetivo? Reanudar cuanto antes la actividad económica en Miami Beach, aunque por ahora no se vislumbra mucho “optimismo”.