El hombre que mató a cinco policías e hirió a otros nueve en Dallas tenía planes para un asalto a mayor escala y material explosivo suficiente para causar más daño, según explicaron autoridades de la ciudad.
Micah Johnson, un veterano del ejército de 25 años, comenzó a disparar a los agentes cuando casi terminaba una marcha en el centro de Dallas para protestar contra los últimos asesinatos a manos de policías.
Las autoridades dijeron que el asaltante, que era negro, tenía un diario de tácticas de combate y había acumulado un importante arsenal en su vivienda, en el que hay materiales para fabricar bombas.
"Estamos convencidos de que el sospechoso tenía otros planes y pensó que lo que estaba haciendo era justo y creyó que estaba atacando a la policía - haciéndonos pagar por lo que él considera los esfuerzos de las fuerzas de orden para castigar a la gente de color", dijo el jefe de la policía de Dallas, David Brown, el domingo al programa "State of the Union" de la televisora CNN.
"Si esto no hubiese sido un crimen de oportunidad, ante una protesta organizada rápidamente en respuesta a los eventos de esa misma semana (...) habría causado mucho más daño del que hizo", aseguró el juez del condado de Dallas, Clay Jenkins.
La policía reveló el domingo que Johnson se burló de las autoridades, cantó e incluso llegó a preguntar a cuántos policías había matado.
Herido de bala antes de morir el pistolero escribió las letras "RB" con su sangre he hizo otras marcas, cuyo significado no estuvo claro.
Más tarde moriría cuando la policía hizo explotar un explosivo a control remoto luego que las negociaciones para su rendición fracasaron.