Microsoft dejó atrás las restricciones a su nueva consola y prometió que la flexibilidad que tienen sus usuarios para prestar, compartir y revender sus juegos no será restringida.
La estrategia del PlayStation 4 de Sony, obligó a Microsoft a dar marcha atrás con el requisito que obligaba a sus usuarios a conectar su nueva consola Xbox One a internet.
El requerimiento impedía que usuarios sin conexión a internet pudieran aprovechar al máximo las bondades de esta consola, a lo que Sony le sacó partida al anunciar días más tarde, que su PlayStation 4 no tendría este tipo de obligaciones.
Microsoft Corp, también había dejado entrever que el Xbox One no permitiría a sus usuarios utilizar juegos de segunda mano, lo que terminó disgustando a muchos jugadores que amenazaron con abandonar la marca y buscar los productos del gigante japonés, Sony, y Nintendo.
Sin embargo, Don Mattrick, presidente de la división de Entretenimiento Interactivo de Microsoft, aseguró que los jugadores del Xbox One podrán compartir y jugar videojuegos de la misma manera como lo hacen con el Xbox 360, lo que libera cualquier restricción.
Mattrick reconoció que el cambio de idea se debe a la retroalimentación que recibió Microsoft luego de que sus usuarios escucharan los nuevos requisitos para jugar con su aparato.
Ambas consolas saldrán a la venta en los próximos meses, a precios de $499 dólares la Xbox One, y de $399 el PlayStation 4.
El requerimiento impedía que usuarios sin conexión a internet pudieran aprovechar al máximo las bondades de esta consola, a lo que Sony le sacó partida al anunciar días más tarde, que su PlayStation 4 no tendría este tipo de obligaciones.
Microsoft Corp, también había dejado entrever que el Xbox One no permitiría a sus usuarios utilizar juegos de segunda mano, lo que terminó disgustando a muchos jugadores que amenazaron con abandonar la marca y buscar los productos del gigante japonés, Sony, y Nintendo.
Sin embargo, Don Mattrick, presidente de la división de Entretenimiento Interactivo de Microsoft, aseguró que los jugadores del Xbox One podrán compartir y jugar videojuegos de la misma manera como lo hacen con el Xbox 360, lo que libera cualquier restricción.
Mattrick reconoció que el cambio de idea se debe a la retroalimentación que recibió Microsoft luego de que sus usuarios escucharan los nuevos requisitos para jugar con su aparato.
Ambas consolas saldrán a la venta en los próximos meses, a precios de $499 dólares la Xbox One, y de $399 el PlayStation 4.