España es una de las naciones europeas más afectadas por la nueva variante ómicron del coronavirus. Ante este panorama, el país ha impuesto nuevas restricciones para frenar los contagios durante las fiestas navideñas.
La Voz de América conversó con migrantes latinoamericanos de perfiles diferentes que residen en España para conocer cómo viven este periodo festivo, marcado por las restricciones y el peligro de contagiarse.
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Este acercamiento a migrantes latinos se produce en momentos en que los expertos temen que ómicron podría convertirse en la variante dominante en Europa en unas semanas.
En España, los datos más recientes del Ministerio de Sanidad registran 214.619 nuevos contagios y 120 muertes desde el jueves, justo antes que empezaran las celebraciones navideñas. Además, la incidencia es de 1.206 casos por cada 100.000 habitantes, la más alta desde el inicio de la pandemia.
En este escenario, los gobiernos de las comunidades autónomas de España han implantado diferentes medidas para las fiestas navideñas.
En Cataluña, Aragón y Murcia, se han ordenado restricciones de carácter más severo, entre ellas el cierre del sector del ocio nocturno, el toque de queda, la obligatoriedad de mostrar el pasaporte COVID para entrar a determinados establecimientos y la limitación de aforo en hostelería.
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¿Cómo lo perciben algunos migrantes latinos?
Xavier Juaguendoy es un colombiano que vive y trabaja en España. Administra dos barberías en Barcelona, Cataluña, y sostiene que las restricciones perjudican a su negocio.
“Nos ha interferido en el trabajo por el tema del tapabocas, del aforo máximo”, dice este joven que no se ha vacunado ni planea hacerlo.
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Incluso, Juaguendoy teme que las autoridades determinen endurecer más las medidas como ocurrió en el pasado, cuando decretaron el cierre del sector. Explica que al no tener ninguna ayuda económica del gobierno, se vio obligado a cerrar otras barberías debido a la deuda acumulada por la falta de clientes y a la subida del precio de la luz.
“La hemos pasado muy mal”, afirmó Juaguendoy, al tiempo que explica su oposición a medidas como la obligatoriedad de mostrar el pasaporte COVID para entrar a espacios como gimnasios y restaurantes o el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores, una norma que debe cumplirse a nivel nacional.
“En la calle hasta para respirar me fastidia un tapabocas, te puede dar más enfermedades que andar sin (él)”, dice.
Navidad y COVID
Gabriela Boyer es una de los más de 6.000 integrantes del colectivo de sanitarios venezolanos que trabajan en España. Esta enfermera originaria de Caracas llegó a Madrid en 2018, y desde el estallido de la pandemia, en 2020, ha estado trabajando en la primera línea para combatir el virus.
La joven conoce muy bien la enfermedad del COVID, pues además de atender a pacientes cuando está trabajando, dio positivo justo antes de la Navidad.
“Pude cenar con pocas personas, con mi hermano y con familia cercana con la que convivía, y fue con mascarilla y con distanciamiento social. No pude expresar mi cariño a las personas a las que normalmente lo expresas con un abrazo y deseando feliz navidad (...) No considero eso unas navidades normales, pero bueno, cada persona lo está viviendo distinto”, declaró.
La vacuna es el mejor antídoto
Las autoridades recalcan que debido a la vacuna, que comenzó a administrarse en España hace un año, la cifra de casos de COVID-19 no ha producido un incremento similar de ingresos hospitalarios y de muertes.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo recientemente que 38 millones de españoles “cuentan con la protección suficiente para poder afrontar las consecuencias más graves de la enfermedad”.
Sánchez definió además la inoculación como “el mejor antídoto” e hizo un llamado para que la población se administre una tercera dosis de refuerzo y se vacune a los más pequeños.
En España, un 92% de la población mayor de 12 años está vacunada. En ese grupo no está el colombiano Juaguendoy.
“No me he vacunado, ni me vacunaré (...) tampoco mi hija”, dijo citando que conocidos vacunados, se han vuelto a contagiar.
También lea ¿Qué se sabe de la variante ómicron? ¿Qué vacunas pueden revertir la alerta?La Comunidad de Madrid ha sido uno de los territorios más flexibles en cuanto a restricciones. Aunque el gobierno local no ha aplicado medidas adicionales para las fiestas navideñas, canceló las macrofiestas previstas para Nochevieja.
Boyer opina que debido a que en estas fiestas se prevé un mayor flujo de contagios, se podría ampliar el abanico de restricciones para así evitar colapso en los centros hospitalarios.
“En ciertos centros de salud, por lo menos comunitarios, ya dejaron de admitir a las personas, aunque hayan tenido contacto (con un positivo) o antígenos positivo, sólo están atendiendo por teléfono, así que ya existe un nivel de colapso importante”, explicó.
Promover los beneficios de las vacunas
Esta venezolana, que ya se administró dos dosis de una de las vacunas contra el COVID, dice que cursar un máster en Medicina Tropical le ayudó a conocer más a fondo los beneficios de las vacunas.
“He tenido bastante contacto con personas que ni siquiera se han puesto la primera y que no se la quieren colocar. No por falta de información, simplemente porque no están de acuerdo, entonces creo que promover los beneficios de la vacuna en general sería bastante oportuno”, expuso Boyer.
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Una opinión similar muestra Cristimar Mota, también venezolana y residente en Madrid. Igual que su compatriota, se dedica al campo de la sanidad, y opina que las restricciones en la capital deberían “ser más duras”.
“Madrid es una ciudad turística, considerada de las más hermosas en Navidad y la cantidad de gente que se observa en las calles es abrumadora. Aunque muchos llevan mascarilla, no se cumple el distanciamiento social, pienso que la euforia navideña hace que la gente se relaje, y eso obviamente lleva al aumento de contagios, colapsando así la atención primaria que es lo que estamos viendo hasta ahora”, comenta.
Por otra parte, la joven explica que para ella estas Navidades han sido “atípicas”, y que a pesar de la afluencia de gente en las calles, las ha vivido con “una sensación de falsa normalidad”, debido a la variante ómicron, la cual está mostrando un repunte de contagios récord en la ciudad: “El miedo aún está; al menos de mi parte”, afirma la enfermera.
Finalmente, Mota comenta que actualmente sale menos a la calle, ya que recientemente ha sido madre y teme que con el aumento de casos el bebé se pueda contagiar.
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