Migrantes en Nueva York se dedican a ventas ambulantes para subsistir

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La venta ambulante se ha convertido en la manera en que muchos migrantes recién llegados a Nueva York encuentran su sustento. Sin embargo, libran batallas contra la falta de permisos y el clima extremo. Ángela González nos trae testimonios.

Levantarse muy temprano, comprar fruta fresca, cortarla y luego luchar por mantenerla fría en medio del calor extremo…

“Es demasiado calor, toca buscar la sombra”, expresa Segundo Castillo, Vendedor ambulante.

…son entre otros los retos que enfrenta los migrantes que se han lanzado a las calles de la gran manzana para buscar el sustento para sus familias. Segundo, de origen ecuatoriano mantiene a su esposa y sus dos hijas.

“Sí tenemos un puestito ahí, cuando ya no hay ahí toca mover aquí”, continúa Castillo.

Una ley local que se abrió para asignar 445 permisos por año el verano pasado tiene a varios en la lista de espera. Sin embargo, muchos no podrán competir ante la falta de documentos y se exponen además a ser multados.

“A mí hasta ahora no me han puesto el ticket la verdad, porque a mí me dicen a la primera y a la segunda, yo me voy, hay que hacer caso”, comenta Cecilia, Vendedora ambulante.

La ciudad entregó el pasado mes de abril el control de la venta callejera al Departamento de Sanidad y ha dicho que mantendrán las restricciones. Muchos vendedores informales se arriesgan a perderlo todo.

“Muchos estamos recién llegados aquí y hay unos que les toca ir a la calle a vender y hacer cualquier tipo de actividades porque necesitamos pues para poder pagar nuestros gastos y salir adelante”, dice Luis Linares, Migrante voluntario iglesia El buen pastor.

Por su parte, representantes de la industria de restaurantes han expresado que las nuevas normas no eliminan del todo el mercado clandestino y en algunos casos califican la venta callejera informal como competencia desleal. Ángela González, Voz de América, Nueva York.