Un sobreviviente del desastre de la mina en Chile agradeció en Washington el apoyo que recibieron del mundo durante la crisis, diciendo que "Dios nos acompañó".
Por medio de un intérprete, José Enríquez dijo al presidente Barack Obama, legisladores y otros funcionarios durante el Desayuno Nacional de Oraciones cómo los 33 mineros tuvieron que "organizarnos allí abajo para enfrentar la crisis".
Enríquez agregó que antes de su rescate el 9 de octubre, los mineros advirtieron que "realmente sólo teníamos una alternativa, que era el mismo Dios".
Afirmó que algunos mineros enseñaron a otros a orar y dijo que "a medida que rezábamos empezamos a reconocer la presencia y bendición de Dios con nosotros dentro de la mina".
Enríquez dijo que el pensamiento del rescate y la intervención divina "se convirtió en nuestra esperanza diaria".