A pesar del consenso general alcanzado a nivel internacional respecto a la oportuna asistencia Estados Unidos está prestando a Haití desde el inicio de la crisis humanitaria desatada por el terremoto que devastara la capital Puerto Príncipe, el presidente de Bolivia, Evo Morales, elevó una nota disonante al anunciar que pedirá una reunión de emergencia de Naciones Unidas (ONU) para exigir el fin de lo que calificó como "invasión" de Estados Unidos a Haití.
En desconocimiento del propio reconocimiento realizado por el gobierno de Haití y las autoridades de ONU, así como de los líderes internacionales, el gobernante boliviano, un declarado opositor de Estados Unidos, anunció, sin dar más precisiones, que pretende llevar a cabo su idea.
Morales, quien el viernes 22 de enero iniciará un segundo mandato, dijo que “todos los pueblos y las fuerzas sociales del mundo” deberían pronunciarse en contra del desplazamiento militar estadounidense en Haití.
El presidente boliviano expresó su “repudio, indignación, hacia el Gobierno de Estados Unidos. No es posible que Estados Unidos use una desgracia natural, el fenómeno natural, para invadir y ocupar militarmente Haití”.
Las declaraciones de Morales siguen la línea del vicepresidente boliviano Álvaro García, quien tras su visita a Haití denunció que los soldados estadounidenses no realizaban tareas de socorro sino de “simple ocupación”.
En cambio Morales elogió el trabajo de los poco más de 200 militares bolivianos que integran una fuerza internacional de paz que opera en Haití desde hace varios años.
Estados Unidos lleva adelante una gigantesca operación humanitaria en acuerdo con el gobierno de Haití. Los soldados estadounidenses no solo están trabajando en la distribución de alimentos, agua y suministros sanitarios, además de colocar equipos de rescate en el terreno, sino que además lograron asegurar las comunicaciones aéreas logrando poner operativo el destruido aeropuerto haitiano.
También ahora los soldados estadounidenses están trabajando en la reapertura del puerto de la capital haitiana, Puerto Príncipe, además de haber iniciado una gran operación de lanzamiento en paracaídas de alimentos y agua a través de aviones de carga.