Mortal terremoto en Nueva Zelanda

Los sismólogos dicen que este terremoto ocurrió más cerca de la ciudad y mucho más próximo a la superficie.

El sismo de magnitud 6,3 fue el segundo en seis meses en Christchurch, tras el terremoto de magnitud 7,1 de septiembre de 2010.

Un fuerte terremoto provocó una gran devastación en la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda, este martes 22 de febrero.

El temblor que se produjo al mediodía en Oceanía, derribó edificios altos cuando la gente se encontraba en sus trabajos, lo que causó por lo menos 65 muertos.

Equipos de bomberos y rescatistas dijeron que sus recursos fueron desbordados cuando trataban de ayudar a los heridos y llegar a otros atrapados entre los escombros.

El sismo de magnitud 6,3 fue el segundo en seis meses en esa ciudad, y ocurrió después del terremoto de magnitud 7,1 de septiembre de 2010, donde no se registró pérdida de vidas.

Sin embargo, los sismólogos dicen que este terremoto ocurrió más cerca de la ciudad y mucho más próximo a la superficie, lo que lo hizo más intenso.

Se cree que más de cien personas, entre ellos 12 estudiantes japoneses de visita en el país, están atrapados bajo los escombros. El Primer Ministro John Key dijo que el mundo probablemente sea “testigo del día más oscuro en la historia de Nueva Zelanda”.

Equipos de rescate con perros entrenados buscan sobrevivientes por toda la ciudad, algunos de los cuales enviaron mensajes de texto desde sus celulares debajo de las ruinas que dejó el terremoto.

Las imágenes de televisión muestran varios edificios desplomados sobre sí mismos o en las calles, entre ellos la catedral de Christchurch, cuya torre de piedra cayó en pedazos sobre una plaza de la ciudad. Los rescatistas creen que en la torre había personas cuando ocurrió la tragedia.

Los bomberos usaron helicópteros para apagar algunos incendios y se usó una grúa para rescatar a trabajadores desde el techo de una torre de oficinas.

El primer ministro John Key, quien viajó de urgencia a la ciudad desde la capital, Wellington, dijo que el número de muertos probablemente aumentaría.

“Es una escena de absoluta devastación” dijo Key. “Tuvimos todo de nuestro lado en el último terremoto en lo relacionado al momento cuando ocurrió, en el medio de la noche cuando no había gente en los edificios de oficinas, pero esta vez ha sido lo opuesto”, lamentó el gobernante.

El primer ministro dijo que “el terremoto ocurrió 10 minutos antes de la 1 de la tarde, en un momento donde mucha gente estaba en sus trabajos o en su almuerzo. Había mucha gente trabajando, gente comprando, niños en la escuela”, describió Kyn.

Las autoridades informaron que los equipos de búsqueda y rescate habían sido enviados desde todas partes de Nueva Zelanda y que el gobierno había aceptado una oferta de ayuda de Estados Unidos y de Australia.