Un bebé falleció en brazos de su madre este fin de semana luego de que autoridades de Trinidad y Tobago dispararán en la embarcación en la que iban migrantes provenientes de Venezuela.
La Guardia Costera de Trinidad emitió este domingo un comunicado detallando que cerca de la media noche del sábado 5 de febrero, detectaron una embarcación que cruzó la frontera entre el país y Venezuela.
El buque fue perseguido y, explican, “se utilizaron todos los métodos disponibles, incluido el uso del megáfono, la bocina, reflector y bengalas, para intentar que la embarcación sospechosa se detuviera".
Al no detenerse, añaden, lanzaron disparos de advertencia. “La embarcación continuó con maniobras agresivas, primero entrando en contacto con el bote del barco y luego intentando embestirlo”.
Esta situación causó que la “tripulación temiera por sus vidas y en defensa propia, dispararon al motor de la embarcación sospechosa”, exponen.
Aseguran que no fue hasta que la embarcación se detuvo que vieron que había migrantes a bordo. Al revisar se dieron cuenta que había una mujer sangrando, a la que trasladaron a un hospital local, pero el bebé que tenía en sus brazos “fue encontrado inconsciente”.
“Las personas restantes a bordo de la embarcación serán procesadas de acuerdo con los protocolos de inmigración y salud”, añaden.
También lea La ONU expresa preocupación por violencia contra venezolanos en ChileLa Voz de América pudo confirmar con un familiar de las víctimas que la madre tiene 21 años de edad y el bebé tenía 1 año de edad. Su padre se encuentra indocumentado en Trinidad y Tobago y también tienen una hija, una niña de 2 años de edad.
La noche del domingo, el primer ministro de Trinidad, Keith Rowley, también informó que había hablado con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y le había expresado su “más sentido pésame en mi nombre y el de todo el pueblo de Trinidad y Tobago con respecto a la desafortunada pérdida de vida del bebé durante operaciones de seguridad”.
Este viernes, llegó a Venezuela el nuevo embajador de Trinidad y Tobago, Edmund Dillon. La cancillería, al reseñar la noticia, asegura que con llegada, dará continuidad “a las relaciones de cooperación y hermandad” entre ambos países.
En horas de la tarde de este lunes, el gobierno venezolano expresó su “más profundo pesar y rechazo” ante el incidente, detallando que en la embarcación viajaban 43 personas.
"El Gobierno venezolano extiende sus más sinceras condolencias a los familiares del infante, al tiempo que exhorta a las autoridades de Trinidad y Tobago a realizar una investigación exhaustiva que permita esclarecer los hechos en torno a este fatal incidente”, indicó en un comunicado la cancillería.
"Justicia"
La situación generó rechazo dentro de la oposición venezolana y defensores de derechos humanos.
Juan Guaidó, líder opositor reconocido por decenas de países como presidente interino del país, pidió justicia en el caso.
“Los disparos realizados por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago no tienen justificación, lo mataron”, indicó en una publicación en su cuenta de Twitter.
David Smolansky, comisionado de la secretaría general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), calificó lo sucedido como una tragedia.
“Se debe abrir una investigación para que haya justicia. Basta de disparos, náufragos y deportaciones”, pidió en una publicación también en su cuenta en la red social.
También lea "Esos criminales te hacen sentir seguro": sobreviviente del naufragio frente a FloridaKarla Henriquez, abogada venezolana que ha asistido a venezolanos en Trinidad y Tobago, explicó en conversación con la VOA que: “Las políticas del gobierno trinitario continúan siendo bastante discriminantes, ilegales y xenofóbicas”.
A su entender, tanto el Gobierno de Venezuela como el de Trinidad y Tobago están “vulnerando” los derechos humanos de los venezolanos. “Cuando estas personas toman esa decisión de irse a Trinidad de forma irregular, en un peñerito, que te arriesgas a los piratas del mar, te arriesgas la inmensidad de mar (…) te arriesgas al tráfico humano (…)”.
La abogada hizo un llamado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de pronunciarse y emitir medidas de protección ante esta situación.
Porque se dispare a una balsa no significa que se va parar la migración".Carlos Trapani, abogado y coordinador general de la ONG venezolana Cecodap.
Entre tanto, Carlos Trapani, coordinador general de la ONG venezolana Cecodap, dedicada a la promoción y defensa de derechos de la niñez, señaló en comentarios a la VOA que existe “un patrón” en el comportamiento de las autoridades de Trinidad y Tobago.
Recordó que el gobierno trinitario ratificó la convención sobre los derechos del niño y tiene la obligación de protegerlos, independientemente de su nacionalidad o estatus migratorio.
“Ese comportamiento se aleja de los estándares internacionales y ese comportamiento tiene que ser investigado y tiene que ser sancionado a los fines de que estos hechos no se vuelva a repetir”, aseguró.
En este sentido, Trapani añadió que: “Porque se dispare a una balsa no significa que se va parar la migración, por el contrario, va ser la migración mucho más insegura y mucho más peligrosa”.
Insistió, ante este incidente, en protocolos transfronterizos y no criminalizar la migración.
El mes pasado, se informó de la muerte de una menor de edad venezolana, una niña de 7 años, al intentar cruzar con su madre el Río Grande, en la frontera entre México y Estados Unidos.
Son más de 6 millones de venezolanos los que han salido de su país en los últimos años, principalmente a naciones en la región, de acuerdo datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
* Con información de Adriana Nuñez Rabascall, Carolina Alcalde y Álvaro Algarra, periodistas de la Voz de América en Caracas.
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