Catorce miembros de una de las más poderosas pandillas de El Salvador fueron asesinados en una prisión, y las autoridades creen que fue parte de una purga interna, que había sido planificada.
La violencia se incrementó en El Salvador tras la ruptura de la tregua entre las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha el año pasado.
Autoridades salvadoreñas indicaron que los asesinatos tuvieron lugar en una penitenciaría de Quezaltepeque, unos 25 kilómetros al noroeste de la capital, San Salvador. Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en varias partes de la prisión.
El centro penitenciario mantiene alrededor de 1.000 reclusos que, según las autoridades, dicen ser todos miembros de la pandilla Barrio 18 .
La autoridad penitenciaria describió los asesinatos como una "acción de purga" de la banda, pero no dio más detalles.
Benito Lara,MInistro de Justicia y Seguridad de El Salvador, dijo que "hicieron todo lo posible de forma muy silenciosa. Durante el día todo estaba completamente normal, y como expliqué, a las seis de la tarde, cuando comenzamos como todos los días el conteo de rutina, fue cuando nos dimos cuenta de las muertes".
Se cree que los muertos pertenecían a una sección de Barrio 18 conocida como "facción revolucionarios", de la que se sospecha obligó a los conductores de autobuses a realizar una huelga plagada de violencia a finales de julio, dijeron las autoridades.
Rodil Hernández, Director de la prisión, dijo que "la gente responsable y las víctimas pertenecen a la misma estructura. Eso nos hace pensar, así como el homicidio de uno de los familiares de uno de los reclusos muertos dentro de la prisión, en una primera hipótesis de la purga interna".
En lo que iba del año hasta el 19 de agosto, unos 3.840 homicidios se habían registrado en el país centroamericano de 6 millones 400 mil habitantes, una cifra un poco menor que la cuenta para todo 2014.