Miles de mujeres iraníes, ondeando banderas y tomándose selfis, asistieron libremente el jueves a un partido de fútbol por primera vez en décadas, después de que la FIFA amenazara con suspender al país por las controvertidas restricciones en los estadios.
Aficionadas entusiasmadas colocaron la bandera nacional de color verde, blanco y rojo sobre sus hombros y su cabello mientras entraban por una pequeña sección del estadio Azadi de Teherán, con aforo para 100.000 espectadores.
Algunas se pusieron gorros por encima del velo y pintaron sus rostros con los colores de la bandera, con ocasión del partido de clasificación Irán-Camboya para el Mundial de 2022.
Sus sonrisas evidenciaban un día glorioso para las mujeres iraníes, incluso antes de que comenzara el encuentro. Y un gran estruendo estallaba en la grada femenina con cada gol marcado por el equipo nacional.
Hacia la mitad del segundo tiempo, Irán lideraba por 9 goles a 0.