En prisión con la naturaleza

El recluso Toby Erhart siembra semillas de Pincel de la India en el centro correcional de Stafford Creek en el estado de Washington. (Tom Banse/Tom Banse/VOA)

El programa medioambiental de la prisión de Washington y otro similar en Oregón han atraído la atención internacional.

Con más de dos millones de personas tras las rejas, Estados Unidos tiene la población prisionera más grande del mundo. Pero ahora un número creciente de presidiarios no solo cumplen sus condenas, sino también cumplen con las plantas, animales y mariposas amenazadas con la extinción.

Detrás de dos detectores de metales y múltiples puestos de guardia coronados con alambre navaja, se encuentra el invernadero de la prisión Stafford en el estado de Washington, donde una pequeña cuadrilla vistiendo uniformes color caqui siembra plantas perennes.

Dentro de unos meses, estas flores serán trasplantadas a las praderas de los bajíos cerca de Tacoma y Olympia, para servir de alimento a las mariposas en peligro de extinción.

Toby Erhart y sus compañeros reclusos tienen tiempo de sobra para experimentar, alimentar y cultivar su arte en bandeja tras bandeja de plantas –una práctica que no sería económicamente viable en otro lugar.

“No se puede tener un vivero que produzca estas plantas a cambio de dinero porque quebrarías, o el costo sería tan alto que nadie nunca restauraría nada”, dice este violador de niños convicto, que agrega que el trabajo dentro de un invernadero lo ha hecho más atento y más “consciente”.

“Por eso es que tiene sentido tener a reclusos haciendo esto… digo, no tienen que pagar tanto”, señala Erhart.

Eso el tipo de resultados que le gusta ver al superintendente, Pat Glebe.

“Ayuda a bajar el nivel de violencia en la prisión porque estos reclusos, de repente, tienen algo que hacer”, explica. “Ven que esto tiene valor. Y ven la importancia de devolver algo”.

El programa medioambiental de la prisión de Washington fue cofundado por el Evergreen State College y el Departamento Correccional en 2003.

Los viveros del programa han producido 64 especies de plantas diferentes para restauración en las praderas de South Puget Sound.

El programa ha sido apoyado por zoológicos del noreste de Estados Unidos y agencias estatales y federales para apuntalar también especies animales en peligro.

El éxito del programa en Washington y otro similar en Oregón, han atraído interés internacional. El Proyecto de Sustentabilidad en las Prisiones ha tenido contactos con funcionarios penitenciarios de Francia, México, Moldavia, Botsuana y Escocia.