Júbilo por libertad de Suu Kyi

De los últimos 21 años, la líder de la oposición democrática birmana, pasó 15 años cautiva.

El presidente Barack Obama y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, expresaron su admiración por la líder de la oposición birmana.

La liberación en Myanmar, antigua Birmania, de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, todo un símbolo de la lucha por la democracia en su país, ha sido acogida con gran regocijo en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos.

Desde Japón, donde participaba en el Foro Económico Asia-Pacífico, el presidente de EE.UU., Barack Obama, la llamó “su heroína” y celebró la libertad “esperada desde hace largo tiempo” de la líder de la oposición democrática birmana, que estuvo más de siete años bajo arresto domiciliario.

"Ya es tiempo de que el régimen birmano libere a todos los detenidos políticos, no a uno solo", dijo Obama, y agregó: "Estados Unidos espera ver un día a todos los birmanos liberados del miedo y de la persecución”.

Suu Kyi fue puesta en libertad por la junta militar birmana después de cumplir una pena de 18 meses de arresto domiciliario que le añadieron en 2009 a su condena, para impedir que participara en las elecciones parlamentarias del pasado 7 de noviembre, las primeras en 20 años en el país.

La llamada Dama de Rangún, de 65 años de edad, y que de los últimos 21 años pasó 15 cautiva, fue recibida frente a su casa en el centro de la capital birmana por miles de sus partidarios, entre aplausos y vítores, y una vez ante la multitud sus palabras fueron : "Debemos trabajar juntos, unidos" por el futuro del país.

Por mucho que la junta militar que gobierna en Myanmar siempre ha encontrado un pretexto para mantenerla cautiva, nunca ha logrado silenciar el apoyo popular ni opacar el carisma de esta mujer, hija del general Aung San, un héroe de la independencia birmana.

Al manifestar su satisfacción por la puesta en libertad de Suu Kyi, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, destacó el "sacrificio" de la activista en pro de la democracia, y además demandó la liberación inmediata de todos los presos polticos birmanos.

"Aung San Suu Kyi ha soportado un enorme sacrificio personal en su lucha pacífica por llevar la democracia y los derechos humanos a Birmania, incluyendo su detención injustificada durante la mayor parte de los últimos veinte años", dijo Clinton en un comunicado.

La jefa de la diplomacia estadounidense instó a los gobernantes birmanos a asegurar que la libertad de la líder democrática sea incondicional, de manera que pueda viajar, asociarse con sus compatriotas, expresar sus puntos de vista y participar "sin restricciones" en actividades políticas.

"El régimen birmano ha rechazado repetidamente sus propuestas para iniciar un diálogo y trabajar juntos, y en su lugar ha intentado silenciarla y aislarla. Pese a ello, el compromiso de Aung San Suu Kyi con los birmanos nunca ha flaqueado", destacó Clinton.