México comenzó el jueves a imponer su segunda etapa de aranceles de represalia a decenas de productos estadounidenses que incluyen carne de cerdo, papas y whiskey, en respuesta a los impuestos aplicados por el presidente Donald Trump a las exportaciones mexicanas de acero y aluminio a Estados Unidos.
Los aranceles, de entre 15% a 25%, completan la represalia en dos partes de México por casi $ 3 mil millones en productos estadounidenses, iniciada el 5 de junio cuando comenzó la eliminación de los aranceles preferenciales establecidos bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCN), que está siendo renegociado por los tres países firmantes: Canadá, EE.UU. y México.
La mayoría de productos estadounidenses afectados por la medida de represalia mexicana son del sector agrícola como manzanas, arándanos y varios quesos, aunque México también ha sugerido que impondrá aranceles a productos siderúrgicos.
En mayo EE.UU. canceló sus exenciones a las tarifas de acero y aluminio para aliados como Canadá y la Unión Europea, que también han respondido con aranceles de represalia de casi $ 16 mil millones a productos estadounidenses, como mantequilla de maní y utensilios de cocina.
México ha dicho que los aranceles se mantendrán mientras la administración Trump mantenga sus aranceles sobre el acero y el aluminio mexicanos. Se desconoce aún si las tensiones comerciales disminuirán con la llegada al poder del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien asumirá el cargo el 1 de diciembre.
Entretanto, el gobierno de Enrique Peña Nieto ha tomado medidas para evitar el desabastecimiento de los productos estadounidenses sancionados. Ha implementado protocolos sanitarios que tiene con otros países para garantizar el abastecimiento a costos accesibles.
Algunos de los países a los que México ha acudido para reemplazar los productos estadounidenses afectados por aranceles son Canadá, Dinamarca, España, Francia, Italia, Bélgica, Australia y Nueva Zelanda.