La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, aplaude las nuevas medidas migratorias, pero asegura que eso no es suficiente.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, animó este jueves a Cuba a "abrir más" el país y permitir una supervisión internacional.
En declaraciones sobre la decisión del régimen de Cuba de levantar parcialmente las restricciones a sus ciudadanos para viajar al exterior, Pillay dijo que es bienvenida “porque supone un mayor respeto para los derechos de la gente".
Durante décadas, para salir de la isla los cubanos han tenido la necesidad de un permiso especial de salida, una invitación y límites en el tiempo de la estadía en el exterior. Pero un anuncio hecho esta semana acaba con muchas de esas restricciones a partir de enero de 2013.
"Los principales aspectos positivos de la nueva legislación son el levantamiento del requisito de una autorización del Gobierno para salir de Cuba, la extensión del derecho para estar fuera de país de 11 a 24 meses y la eliminación de la necesidad de una carta de invitación en destino", destacó la Alta Comisionada.
"Aparentemente, tener un pasaporte cubano debería ser suficiente para viajar al extranjero", agregó Pillay, que se refirió también, sin nombrarlos, a "otros aspectos de la ley que tendremos que mirar", como la denegación de la concesión de un pasaporte por razones de "interés público" o de "defensa y seguridad nacional".
La nueva regulación migratoria de la isla mantiene limitaciones para miembros del gobierno, profesionales de la salud o la educación y atletas considerados "vitales" para el país, que precisarán un permiso especial.
La representante de la ONU recordó que el relator especial sobre la tortura espera desde 2009 para pactar con La Habana una fecha de visita a la isla, y que Cuba aún no ha ratificado las Convenciones Internacionales sobre Derechos Civiles y Políticos, y sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
En declaraciones sobre la decisión del régimen de Cuba de levantar parcialmente las restricciones a sus ciudadanos para viajar al exterior, Pillay dijo que es bienvenida “porque supone un mayor respeto para los derechos de la gente".
Durante décadas, para salir de la isla los cubanos han tenido la necesidad de un permiso especial de salida, una invitación y límites en el tiempo de la estadía en el exterior. Pero un anuncio hecho esta semana acaba con muchas de esas restricciones a partir de enero de 2013.
"Los principales aspectos positivos de la nueva legislación son el levantamiento del requisito de una autorización del Gobierno para salir de Cuba, la extensión del derecho para estar fuera de país de 11 a 24 meses y la eliminación de la necesidad de una carta de invitación en destino", destacó la Alta Comisionada.
"Aparentemente, tener un pasaporte cubano debería ser suficiente para viajar al extranjero", agregó Pillay, que se refirió también, sin nombrarlos, a "otros aspectos de la ley que tendremos que mirar", como la denegación de la concesión de un pasaporte por razones de "interés público" o de "defensa y seguridad nacional".
La nueva regulación migratoria de la isla mantiene limitaciones para miembros del gobierno, profesionales de la salud o la educación y atletas considerados "vitales" para el país, que precisarán un permiso especial.
La representante de la ONU recordó que el relator especial sobre la tortura espera desde 2009 para pactar con La Habana una fecha de visita a la isla, y que Cuba aún no ha ratificado las Convenciones Internacionales sobre Derechos Civiles y Políticos, y sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales.