Con más gente forzada huir de sus casas que en cualquier momento desde la Segunda Guerra Mundial, líderes mundiales aprobaron el lunes una declaración destinada a proveer una respuesta más coordinada y humana a la crisis de refugiados que ha afectado los recursos desde África hasta Europa.
El tema de qué hacer sobre los 65,3 millones de desplazados fue el punto central en la Asamblea General de las Naciones Unidas donde asisten 193 estados miembros que participaron en la primera cumbre sobre el movimiento de refugiados y migrantes.
“La amarga verdad es que la cumbre fue convocada debido a que hemos fracasado en gran manera. Fracasado al pueblo de Siria, al no poner fin a la guerra en su comienzo. Fracasado a otros en las que ahora son zonas de conflicto crónico, por la misma razón”, dijo Zeid Ra’ad al-Hussein, el alto comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos.
Zeid elogió el conseso políticoalcanzado para aprobar la Declarción de Nueva York sobre Migrantes y Refugiados, pero advirtió en contra de la complacencia.
Agregó que la xenofobia es el principal factor que contribuye al fracaso hasta ahora.
La declaración no concreta comporomisos y no es legalmente vinculante, sino que pide a los países proteger los derechos humanos de los refugiado, impulsar la ayuda humanitarian y aumentar el reasentamiento de los refugiados.