Los aviones no tripulados pueden volar por más tiempo que los aviones caza-tormentas convencionales
Los drones más antiguos y desechados ya tienen nueva misión: estudiar la intensificación de las tormentas tropicales en el Océano Atlántico.
El proyecto es llevado a cabo por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, NASA, que utiliza aviones no tripulados Global Hawk para estudiar las tormentas.
Aunque los modelos de predicción de la trayectoria de las tormentas ha mejorado enormemente en las décadas pasadas, no ha habido mucho progreso en los modelos que predicen la fuerza que puede adquirir un huracán.
Con ese objetivo, dos Global Hawks han sido equipo con el instrumental necesario para estudiar el escenario en que se desarrollan las tormentas tropicales así como su estructura.
Los científicos están particularmente interesados en el impacto que tiene la capa de aire y polvo que se levanta del desierto del Sahara y el de las tormentas eléctricas dentro de una tormenta tropical.
Los drones se utilizan porque pueden volar por períodos más largos de tiempo que los aviones tradicionales.
El proyecto es llevado a cabo por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, NASA, que utiliza aviones no tripulados Global Hawk para estudiar las tormentas.
Aunque los modelos de predicción de la trayectoria de las tormentas ha mejorado enormemente en las décadas pasadas, no ha habido mucho progreso en los modelos que predicen la fuerza que puede adquirir un huracán.
Con ese objetivo, dos Global Hawks han sido equipo con el instrumental necesario para estudiar el escenario en que se desarrollan las tormentas tropicales así como su estructura.
Los científicos están particularmente interesados en el impacto que tiene la capa de aire y polvo que se levanta del desierto del Sahara y el de las tormentas eléctricas dentro de una tormenta tropical.
Los drones se utilizan porque pueden volar por períodos más largos de tiempo que los aviones tradicionales.