La natación es una excelente manera de paliar los síntomas que el asma genera en los más chicos.
Según una investigación, la natación demostró ser "una efectiva intervención no farmacológica para niños y adolescentes", según el estudio publicado en la revista especializada Respirology.
Los investigadores dividieron a los niños con asma en dos grupos, cuyas edades eran de siete a doce años, en dos grupos.
Un grupo siguió un programa de seis semanas de natación, que se sumó a los tratamientos usuales de su asma.
Posteriormente, el programa reveló que todos los niños que nadaron durante más de un mes, de forma regular, mostraron una mejoría significativa en todas las variables clínicas del asma, incluidos síntomas tales como hospitalizaciones, consultas de emergencia y ausentismo escolar.
La investigación también reportó mejoras que incluyeron menor severidad del asma, la respiración, el ronquido y la confianza en sí mismos, además de una menor sensación general de discapacidad.
"A diferencia de otros deportes, la natación es poco probable que genere un ataque de asma. Además de mejorar el asma, natación promueve un desarrollo físico y psicológico muy saludable para un asmático, incluyendo el aumento de volumen pulmonar, el desarrollo de buenas técnicas de respiración y la mejora general de estado físico", dijo el autor principal del estudio, el doctor Wang Jeng – Shing.
Shing, quien es profesor de la Universidad de Tapei, en Japón, expresó que “no sólo la natación es una excelente forma de ejercicio para los chicos con asma en forma puntual; seguimos encontrando beneficios aun un año después de terminado el programa de intervención de natación".