“Mi hija es todo para mi… Estaba próxima a graduarse y le pasa esto por culpa de esos delincuentes”: Miriam Villarreal no para de llorar mientras saca su teléfono y muestra fotografías de cinco familiares desaparecidos, incluida su hija, de 30, que estaba embarazada, su yerno, de 34, y un nieto, de 10. Teme que estén en cautiverio o hayan caído en redes de tráfico de migrantes que operan en Latinoamérica.
La familia viajó desde Venezuela a Colombia para embarcarse en la ruta migratoria por mar abierto desde la isla de San Andrés a Corn Island, en Nicaragua, una alternativa para esquivar el peligroso cruce del Darién, en Panamá, con la mirada puesta en Estados Unidos.
“Todos los días lloro, clamo por ayuda, no sé qué hacer”, lamenta esta mujer que perdió comunicación con el grupo el 21 de octubre de 2023, justo cuando debió zarpar la lancha con destino a Nicaragua.
Dilibeth Guevara tampoco sabe el paradero de su hermana, de 32 años, y dos sobrinos; un niño de 13 años y un bebé de 9 meses. Creulbys Guerra también perdió rastro de los suyos; hermana, sobrino y cuñado.
Todos abordaron la misma lancha operada por coyotes o grupos irregulares que cobraron entre 700 y 1.250 dólares a cada migrante.
Estas familias piden al gobierno de Venezuela una investigación regional, que involucre a Colombia y a Nicaragua, que logre dar con el paradero de estas personas. Son al menos 40 los desaparecidos, entre los que se contabilizan 13 menores de edad.
El trayecto de la isla colombiana San Andrés a Corn Island es de unas 56 millas náuticas, entre seis y ocho horas en lancha.
¿Naufragio o cautiverio?
“En Colombia nos venden la teoría de que fue un naufragio, pero es falso”, afirma confiada Guerra. “Están secuestrados o en cautiverio”, insiste, por su parte, Guevara.
Estas familias están convencidas de que no fue un naufragio. La hipótesis que consideran cobra más fuerza es el cautiverio o tráfico de migrantes.
“El naufragio te deja elementos como cuerpos, bolso, cualquier tipo de rastro, hasta el momento no hemos conseguido rastro, solo ocho pasaportes que aparecieron en Costa Rica”, sigue Guevara.
Los horarios de conexión en WhatsApp de algunos de los desaparecidos se actualizaron, al igual que los perfiles en redes sociales como TikTok y Facebook, luego del 21 de octubre, afirman.
Las autoridades de Venezuela no se pronunciaron aún sobre este caso. Hasta ahora, no se encontraron cuerpos de desaparecidos. Tampoco restos de la lancha.
La “engañosa” oferta de ruta “segura”
En redes sociales se coordinan rutas de migración “VIP” que se ofrecen como paquetes “seguros” para evitar la peligrosa selva del Darién en un intento por legar a Estados Unidos.
Los familiares de Creulbys Guerra fueron “captados” desde Venezuela.
“Comienza todo aquí en Venezuela, te ofrecen el paquete desde tu casa hasta la Isla de San Andrés, una vez que llegas a San Andrés te agarra otro coyote que no es el mismo que te captó antes”, describe Guerra.
Por ese primer tramo de recorrido cada uno de sus familiares pagó unos 1.900 dólares. Luego 700 dólares por cada viajero en lancha.
Una vez en Corn Island los migrantes tenían previsto tomar un ferry hasta tierra firme y comenzar la ruta terrestre por Centroamérica.
“A mi hija le dijeron: ‘tranquila que vas a ir bien porque estas embarazada’”, recuerda Miriam Villarreal. “Fue pura mentira, es una cosa horrorosa, es para captarlos, es un engaño”.
Cifras
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) refleja que más de 7.7 millones de personas han salido de Venezuela.
Y según un informe de la ONG Centro de Justicia y Paz (CEPAZ) se estima que para el año 2025 este número ascienda a 8.4 millones, lo cual representa más del 25% de la población.
“La crisis de múltiples dimensiones y la emergencia humanitaria compleja que atraviesa el país desencadenó una migración masiva de personas”, afirma CEPAZ.
En el primer trimestre del año 2024, según la oficina de migración de Panamá, del total de 110.008 personas que cruzaron el Darién, 30.376 fueron mujeres, es decir el 28% de la totalidad de las personas que tomaron esta ruta.
Y el año 2024 se perfila como “un punto de inflexión”, marcado por la celebración de elecciones presidenciales el 28 de julio, donde el presidente Nicolás Maduro busca proyectarse a 18 años en el poder.
“Las encuestas indican un aumento en la intención de migrar por parte de la población venezolana si las elecciones no se enmarcan en los principios de transparencia, equidad y legitimidad”, refiere Cepaz en su más reciente informe sobre las rutas migratorias más peligrosas de América.
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