El ex oficial de las SS nazis en la Segunda Guerra Mundial, Erich Peibke, quien vive en Roma bajjo arresto domiciliario tras ser condenado por la masacre de las Fosas Adreatinas, cumplió cien años.
Gritos de “vergüenza” y “desgracia”. Así fue que un grupo de manifestantes reaccionó cuando un hombre que se identificó como el nieto del ex oficial de las SS nazis en la Segunda Guerra Mundial, Erich Peibke, arribó con una botella de champagne para celebrar los 100 años de quien fuera juzgado como responsable de una de las peores masacres nazis en Italia.
Entre los manifestantes se encontraban miembros de la comunidad judía en Roma, según informa Reuters, quienes calificaron como “una provocación” que el visitante llegara “con una botella de champagne”, para conmemorar el centenario de Priebke, quien nunca expresó remordimiento por sus acciones.
Piebke vive en Roma bajo arresto domiciliario tras haber sido condenado a cadena perpetua en 1998, por la masacre de las Fosas Ardeatinas, ocurrida en las cercanías de Roma, donde 335 civiles fueron asesinados en marzo de 1944.
Tras la guerra Priebke escapó a Argentina desde donde fue deportado a Italia, después de haber admitido la masacre en una entrevista con un canal de televisión de Estados Unidos, y justificarla diciendo que fue parte de una lucha contra lo que calificó como “terroristas”.
Las tensiones se habían incrementado después de que se conocieran informes de que habían sido colocados carteles saludando al ex oficial nazi, con frases como “Feliz Cumpleaños capitán Priebke”, firmado por la autodenominada Comunidad Militante de Tiburtina, que es un barrio de Roma, según informa el diario Corriere della Sera.
Incluso la asociación que representa a la resistencia italiana (los partisanos) durante la Segunda Guerra, la ANPI, reveló que habían pintado esvásticas y comentarios de apoyo a Priebke en su sede y en distintos lugares de la ciudad.
Entre los manifestantes se encontraban miembros de la comunidad judía en Roma, según informa Reuters, quienes calificaron como “una provocación” que el visitante llegara “con una botella de champagne”, para conmemorar el centenario de Priebke, quien nunca expresó remordimiento por sus acciones.
Piebke vive en Roma bajo arresto domiciliario tras haber sido condenado a cadena perpetua en 1998, por la masacre de las Fosas Ardeatinas, ocurrida en las cercanías de Roma, donde 335 civiles fueron asesinados en marzo de 1944.
Tras la guerra Priebke escapó a Argentina desde donde fue deportado a Italia, después de haber admitido la masacre en una entrevista con un canal de televisión de Estados Unidos, y justificarla diciendo que fue parte de una lucha contra lo que calificó como “terroristas”.
Las tensiones se habían incrementado después de que se conocieran informes de que habían sido colocados carteles saludando al ex oficial nazi, con frases como “Feliz Cumpleaños capitán Priebke”, firmado por la autodenominada Comunidad Militante de Tiburtina, que es un barrio de Roma, según informa el diario Corriere della Sera.
Incluso la asociación que representa a la resistencia italiana (los partisanos) durante la Segunda Guerra, la ANPI, reveló que habían pintado esvásticas y comentarios de apoyo a Priebke en su sede y en distintos lugares de la ciudad.