Millones de fanáticos en Estados Unidos y alrededor del mundo podrían quedarse sin ver a Kobe Bryant, LeBron James y Dwyane Wade, considerados unos de los mejores jugadores de básquetbol, después de que las negociaciones sobre el reparto de los ingresos y el tope salarial entre los propietarios y jugadores de la NBA llegara a su fin sin un acuerdo.
Después de tres días consecutivos de un intenso debate entre la Asociación de Jugadores de la NBA (NBPA) y los propietarios de los equipos en la ciudad de Nueva York, ninguna de las partes cambió su postura sobre los dos asuntos claves.
El sindicato de los jugadores acusó a la asociación de dueños de “secuestrar” las negociaciones al dar un ultimátum para aceptar una división de los ingresos por la mitad,
"Nos sorprendió”, dijo Jeffrey Kessler, abogado del sindicato a la agencia AP. "Fuimos allí tratando de negociar y entraron para decirme que acepte un 50 a 50 o que no iban a discutir nada más”.
Mientras que Adam Silver, el vicecomisionado de la NBA, se mostró preocupado por la situación y dijo que la falta de un acuerdo tendría “consecuencias tristes” para el deporte.
Silver añadió que los jugadores bajaron sus demandas de ganancias de 53 a 52.5% mientras que los dueños no movieron su oferta de compartirlas a 50%.
La repartición de beneficios ha sido un talón de Aquiles que la liga de básquetbol más famosa del mundo no ha podido superar. Ambas partes reclaman un 53% para sí, comparado el 57% que tuvieron los jugadores en un antiguo acuerdo colectivo.
La falta de un convenio supone nuevas cancelaciones de partidos de la temporada regular, la cual tenía que empezar la próxima semana, y pone en peligro el resto de la competición 2011-2012.
La NBA estima que la cancelación de los primeros 100 partidos de la temporada ha causado la pérdida de 170 millones de dólares en salarios para los jugadores.