El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechazó la sugerencia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de que abandone un polémico plan de reforma judicial, alegando que Israel hace sus propias decisiones.
El intercambio fue una rara expresión pública de desacuerdo entre dos aliados estrechos y evidencia una fricción contenida entre Israel y EEUU sobre los cambios judiciales de Netanyahu, ahora aplazados después de masivas protestas.
Preguntado por los reporteros el martes de que si espera que Netanyahu logre su legislación, Biden respondió: “Espero que la abandone”.
Biden añadió que el gobierno de Netanyahu “no puede continuar por esa vía” y exhortó a un compromiso sobre el plan en Israel. También descartó la sugerencia del embajador de EEUU Thomas Nides de que Netanyahu fuera pronto invitado a la Casa Blanca. “Nada de eso por ahora”, dijo Biden.
Netanyahu replicó que Israel es soberano y “hace sus propias decisiones por voluntad de su pueblo y no basadas en presiones exteriores, incluso del mejor de los amigos”.
También lea Crece oposición a reforma judicial de Netanyahu, llaman a huelga generalEl intercambio tuvo lugar un día después de que Netanyahu puso en pausa su controversial legislación “para evitar una guerra civil” tras dos días de masivas protestas en que decenas de miles de personas desfilaron por las calles de Israel.
“Confiamos en que el primer ministro actúe de una forma en que trate de llegar a un compromiso, pero eso está por ver”, dijo Biden a los reporteros.
Los organizadores de las protestas en Israel convocaron a un acto de respaldo a Biden frente a la embajada de EEUU en Tel Aviv el jueves, mientras los aliados de Netanyahu duplicaron sus críticas.
Itamar Ben-Gvir, un estrecho aliado de Netanyahu y ministro de la policía, dijo a la radio del ejército que Israel “no es otra estrella en la bandera estadounidense”.
También lea Miles protestan contra la reforma judicial en Israel“Espero que el presidente de EEUU comprenda este punto”, agregó.
El proyecto ha provocado la peor crisis interna en Israel en décadas. Líderes empresariales, economistas y ex jefes de seguridad se han expresado contra el plan, diciendo que empuja al país hacia una dictadura.
La reforma le daría a Netanyahu, quien es juzgado por corrupción, y a sus aliados, la decisión final para nombrar jueces. También daría al parlamento, que está controlado por sus aliados, autoridad para revocar decisiones de la Corte Suprema y limitar la capacidad de la corte para revisar leyes.
Los críticos afirman que la ley concentraría el poder en las manos de la coalición en el Parlamento y alteraría el balance de rendición de cuentas entre los poderes del gobierno.
El líder opositor en el Parlamento israelí, Yair Lapid, escribió en Twitter que Israel fue el aliado más estrecho de EEUU por décadas, pero “el gobierno más radical en la historia del país arruinó eso en tres meses”.
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