A Netanyahu “no lo soporto”

Los líderes no se dieron cuenta de que su conversación podía ser escuchada por medio de audífonos que iban a ser utilizados para la interpretación de sus discursos.

Al líder francés Nicolas Sarkozy se le escuchó decir a su homólogo estadounidense, Barack Obama, que no soporta al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, previo a una conferencia de prensa durante la cumbre del G-20.

"No le soporto, es un mentiroso", dijo Sarkozy, y Obama respondió: "Estarás harto, pero yo tengo que lidiar con él todos los días".

Los líderes no se dieron cuenta de que su conversación podía ser escuchada por los periodistas por medio de los audífonos que iban a ser utilizados para la interpretación simultánea de sus discursos en la conferencia de prensa, informó la agencia AP.

Desde el despacho presidencial de Sarkozy solicitaron a los periodistas que no encendieran los audífonos hasta el comienzo de la conferencia, por lo que los comentarios eran considerados privados según la tradición periodística francesa, de acuerdo a AP.

Algunos periodistas que tenían los audífonos encendidos escucharon los fragmentos del diálogo, pero decidieron no reportar sobre ellos de inmediato. El sitio web francés Arrêt sur Images fue el primero en publicar la información, según reportes de prensa.

Durante la conversación, también se escuchó a Obama pedir a Sarkozy que lo ayudara a persuadir a los palestinos de no solicitar su membresía como Estado a Naciones Unidas.

No es la primera ni será la última vez que se dan situaciones embarazosas de este tipo. En 2006, el ex presidente George Bush soltó una grosería al referirse sobre el conflicto entre Israel y Líbano mientras conversaba con el entonces primer ministro británico Tony Blair, sin saber que el micrófono no estaba apagado.

Bush, expresando su frustración sobre la postura de Naciones Unidas respecto al conflicto entre Israel y el grupo chií libanés Hezbolá, dijo que "lo que tienen que hacer es decirle a Siria que le diga a Hezbolá que pare toda esta mierda".

Al poco rato Blair se dio cuenta de que el micrófono estaba prendido y lo apagó, pero fue demasiado tarde. Las declaraciones de Bush ya se habían escuchado.