N.Y. Times: Falla de inteligencia en Bengasi

Un hombre mira documentos en el consulado de Bengasi, luego del ataque de septiembre de 2012.

El New York Times reportó que, tras largos meses de investigación, no pudo encontrar evidencia de que al-Qaeda tuviera papel alguno en el ataque al consulado de Estados Unidos en Bengasi
Un importante periódico de Estados Unidos dice que los esfuerzos de inteligencia en Libia estuvieron exclusivamente fijados en el supuesto papel de al-Qaeda en el asesinato del embajador estadounidense en Libia, en 2012.

El New York Times reportó que, tras largos meses de investigación, no pudo encontrar evidencia de que al-Qaeda o ningún otro grupo terrorista internacional tuviera papel alguno en el ataque al consulado de Estados Unidos en Bengasi, en el que murió el embajador Christopher Stevens y otros tres estadounidenses.

El periódico dijo que la “fijación” en al-Qaeda posiblemente distrajo a los expertos de inteligencia que ignoraron “amenazas más inminentes”, incluyendo a líderes de la milicia anti-occidental como Ahmed Abu Khattala, y la fuerte reacción contra un video hecho en Estados Unidos que denigra el Islam.

El New York Times dijo que los líderes del ataque fueron combatientes que se habían beneficiado directamente de los extensos bombardeos aéreos y del apoyo logístico de la OTAN durante el levantamiento contra el coronel Muamar Gadafi.

El reporte del Times, escrito por el corresponsal David Kirkpatrick, se basa en extensas entrevistas con ciudadanos libios en Bengasi, quienes tuvieron conocimiento directo del ataque en el que una turba enardecida mató a los cuatro estadounidenses.

Inmediatamente después del ataque, el gobierno de Obama dijo que las muertes fueron el resultado de una manifestación anti-occidental que se salió de control.
Pero el gobierno estadounidense fue duramente criticado por los republicanos del Congreso no detectar y prevenir el ataque, que los republicanos creyeron que había sido planeado por al-Qaeda como parte del aniversario de los ataques de septiembre 11.

Los republicanos culparon directamente a la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton.