El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) propuso una nueva reunión para dar más tiempo a Nicaragua y Costa Rica para seguir con las negociaciones para resolver de su diferendo fronterizo.
El secretario general de la organización, José Miguel Insulza, propuso reunir una comisión binacional a más tardar el 27 de noviembre (2010), para que ambos países se abstengan de desplegar tropas o fuerzas de seguridad en la zona y que se refuerce la vigilancia conjunta antinarcóticos.
Insulza informó al Consejo Permanente de su visita a ambos países y a la zona fronteriza durante el fin de semana, y aseguró que en la desembocadura del río San Juan, donde se generó la tensión, "no hay ninguna base militar".
Costa Rica, que no tiene ejército, acusa a Nicaragua de haber desplegado tropas e incluso de haber instalado un campamento militar en la diminuta isla Calero.
El embajador costarricense ante la OEA, José Enrique Castillo, se mostró de acuerdo en que hay que mejorar la demarcación en la zona, pero insistió en que su gobierno "exige en todo momento, antes de entrar en esas negociaciones, que Nicaragua prescinda de su actitud invasora".
Ante la falta de acuerdo, el Consejo Permanente tomó como base las recomendaciones de Insulza y pospuso el debate dos días más para intentar que ambos países lo acepten.