Hace casi un mes que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue visto por última vez en público, lo que ha generado alarma en la población, preocupada como está por la amenaza que representa el nuevo coronavirus para el frágil sistema de salud de la nación centroamericana.
La respuesta de Nicaragua a la pandemia no ha sido adecuada, según indicó el martes la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne. El orgaismo manifestó su preocupación por la forma en que el gobierno de Ortega encara la actual crisis de salud que ha remecido al mundo. Las preocupaciones de la OMS van desde la falta de medidas como el distanciamiento social, la convocatoria de reuniones masivas, hasta el protocolo de seguimiento de los casos, los test y la forma en que se están reportando los casos.
La Voz de América ha mostrado que ha sido la propia ciudadanía la que ha permanecido en sus casas debido a sus propias preocupaciones por la pandemia, a pesar de los intentos del gobierno de alentarlos a salir en los feriados de la Semana Santa y de promover el turismo.
El gobierno, -por intermedio de la vicepresidente y esposa de Ortega, Rosario Murillo, y otros funcionarios de salud-, ha insistido en que tienen todo bajo control, que en el país hay tres casos de enfermos de COVID-19 y aseguran que no hay transmisión de la enfermedad.
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Ortega se presentó en público por última vez durante una reunión virtual el 12 de marzo, que había sido convocada por el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y fue precisamente para hablar sobre las medidas que tomarían los países para afrontar el coronavirus.
Desde entonces, ni siquiera sus funcionarios saben explicar las razones por las que el mandatario no aparece.
La VOA consultó a varios legisladores y excombatientes guerrilleros cercanos al mandatario, pero no supieron dar respuesta al respecto. Sin embargo tildaron de mentirosos y tendenciosos a miembros de la oposición y algunos medios críticos.
“Las falsedades no hay que creerlas. Es política barata. Ayer (el lunes) que lo vi (Ortega) había corrido cinco kilómetros de siete que debía correr, es lo único que te puedo decir”, dijo de forma escueta a la VOA el comandante guerrillero Edén Pastora.
Por su parte Wilfredo Navarro, un legislador oficialista que anteriormente era opositor manifestó “existe una campaña de desinformación contra el presidente”.
“Cuando a uno lo matan en las noticias, más vida le dan. No hay que hacerle caso a eso”, manifestó Navarro, pero evitó mencionar por qué sigue ausente Ortega.
"Aquí estamos a la misericordia de Dios"
Ciudadanos entrevistados en las calles de Managua van del desconcierto y la incertidumbre a la molestia y preocupación por no tener al presidente visible y encargado de la actual situación.
"Me imagino que él tiene que aislarse, protegerse, no puede andar expuesto al medioambiente ahorita, dada su situación de salud que él tiene", dijo un hombre consultado frente a un puesto de venta de productos agrícolas.
Una señora, visiblemente molesta, dijo que un "gobierno responsable a las 5 o 10 horas debería de estar dando la cara".
"Para mí es totalmente inaceptable (...) quienes dan la cara son sus súbditos, que no es el gobierno, aquí quiere el pueblo un presidente, pero aquí hermano estamos a la misericordia de Dios", dijo.
Medios se preguntan dónde está Ortega
Varios medios de comunicación nacionales e internacionales han señalado la ausencia de Ortega, quien gobierna Nicaragua desde hace 13 años
“Dónde está Daniel Ortega”, titulaba un artículo del medio estadounidense The New York Times publicado este lunes. “Hay un apagón informativo”, dicen periodistas.
El texto señala que los pocos datos que brindan las autoridades sanitarias sobre el avance del coronavirus en el país “generan angustia masiva” pues considera que la gente ve que no cuadran algunos datos.
“Por ejemplo se anuncia un nuevo diagnóstico positivo, mientras reducen el número de sospechosos, cuando lo normal es que la cadena de contactos de ese caso se sume automáticamente a una línea de vigilancia directa”, cuestiona la reportera en la nota de The New York Times.
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Los miembros de la oposición tienen otra idea del asunto. Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Cívica, por ejemplo, cree que la ausencia de Ortega es parte de una estrategia en la que el mandatario busca “desviar la atención sobre los graves problemas que existen y generar una atención hacia la figura del presidente”.
Y para mostrarlo, Chamorro rememoró una ocasión en la que el mandatario Daniel Ortega había desaparecido públicamente entre mayo y junio de 2014.
“Esto es parte de una estrategia de tratar de mantener expectativas, ese truco ya lo hemos visto, pero independientemente de las especulaciones y motivo de su desaparición, esto habla de un desprecio a la situación real que vive Nicaragua. No se sabe qué está pasando con el coronavirus; cuántas personas están enfermas actualmente, esto genera desconcierto y zozobra en la gente”, concluye Chamorro.