El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ratificó la decisión de no permitirle la entrada a un grupo de trabajo de 12 países creado por el Consejo Permanente de la OEA, que busca apoyar el diálogo nacional y contribuir a la búsqueda de soluciones a la crisis que vive el país, la más sangrienta desde la década de 1980.
El gobierno de Ortega declaró inaceptable la presencia de ese Grupo de Trabajo para Nicaragua, al que calificó de "Comisión injerencista".
En una declaración, el Ejecutivo nicaragüense atribuyó a ese Grupo de Trabajo haber sido formado y dirigido por Washington, desde la OEA, en su afán "de seguir interviniendo en los asuntos internos de Nicaragua", por lo que, sostuvo, sus integrantes "no son bienvenidos a nuestro país".
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La creación del Grupo de Trabajo, que busca apoyar el diálogo nacional y contribuir a la búsqueda de soluciones a la crisis que vive Nicaragua, fue aprobada el 2 de agosto mediante una resolución, que recibió el aval de 20 de los 34 países que son miembros activos de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El grupo, que integra a Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guyana, México, Panamá y Perú, tiene como objetivo colaborar en el proceso de diálogo nacional en el país centroamericano y articular medidas deapoyo, acompañamiento y verificación.
Entre tanto, personas de todas las edades y de diferentes agrupaciones salieron el miércoles a las calles de Nicaragua para exigir al gobierno del presidente Daniel Ortega la liberación de los más de 200 detenidos desde que se iniciaron las protestas y la represión en el país centroamericano.
La marcha nacional denominada, “Libres se los llevaron, libres los queremos”, fue organizada por diferentes organizaciones sociales, entre ellas, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y el Movimiento Campesino para pedir la liberación de Medardo Mairena y todos los presos políticos.