La Iglesia católica nicaragüense vive sus momentos más oscuros en los últimos 30 años y los vive precisamente con el presidente Daniel Ortega en el poder, quien durante su campaña electoral en 2007 pidió “perdón por los errores del pasado” en referencia a los ataques contra el clero durante los años 80.
Sin embargo, el patrón volvió a repetirse en la actualidad, señalan a la Voz de América algunos opositores, quienes lamentan las detenciones recientes contra sacerdotes, el cierre de radios pertenecientes a la Iglesia, y los vituperios lanzados por el mandatario sandinista que acusa a los religiosos de “golpistas”.
En medio de todo esto, la oposición ha solicitado al papa Francisco, máximo líder de la Iglesia católica, que se pronuncie por la persecución desatada por el gobierno de Daniel Ortega contra sacerdotes, y la fe religiosa en Nicaragua.
También lea Condenan en la OEA hostigamiento a la Iglesia Católica y persecución a la prensa en NicaraguaLa semana pasada unas 60 organizaciones de la sociedad civil emitieron una carta en conjunto en donde le pidieron con “desesperación” su pronunciamiento al Papa.
“Nos sentimos conmovidos e indignados por las imágenes… en las cuales Monseñor Rolando José Álvarez, Obispo de la diócesis de Matagalpa, aparece rodeado de agentes de la Policía Nacional hincado con el Santísimo en custodia en las manos tras ser impedido de ingresar al templo para celebrar los oficios religiosos propios de ese día”, subrayaron las organizaciones.
Además, recordaron que la Policía ha notificado que están investigando a Monseñor Álvarez y le han impuesto arresto domiciliario. “Tememos por lo que le pueda suceder”, señalaron.
Los feligreses expresaron el clamor realizado por el sacerdote Uriel Vallejos, quien permanecía cautivo en la casa cural de la parroquia de Jesús de la Divina Misericordia del municipio de Sébaco, mientras también estaba rodeado por policías.
“Todavía resuena en nuestros oídos y nuestros corazones el clamor del Padre Vallejos desde su encierro: “No me dejen solo”, manifestaron las organizaciones firmantes.
También lea Nicaragua: Policía irrumpe en iglesia tras cancelación de 7 emisoras radialesPero también otras voces han interpelado al papa Francisco, como el periodista Andrés Oppenheimer, quien en una columna de opinión en El Nuevo Herald tildó de “escandalosa” la decisión del sumo pontífice de no pronunciarse sobre los acontecimientos en Nicaragua.
“El silencio del Papa sobre Nicaragua es apenas una de varias sorprendentes omisiones recientes de su parte”, dijo Oppenheimer, quien reprochó que el jerarca tampoco ha visitado Ucrania, a quien describió como “víctima de la mayor invasión extranjera en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”.
Sin embargo, el periodista reprochó que el máximo líder de la iglesia “recientemente encontró el tiempo para hacer un viaje de seis días a Canadá, para pedir perdón por los abusos de la Iglesia en el siglo XIX y en la década de 1970”. “¿Qué era más importante ahora?”, se cuestionó el reportero.
El fin de semana pasado un grupo de opositores nicaragüenses se manifestaron ante esta situación en la iglesia La Merced, en Costa Rica y pidieron “beligerancia” del Papa Francisco
“Estamos demandando el cese al hostigamiento de la dictadura de los Ortega-Murillo hacia nuestra Iglesia en Nicaragua y hacia nuestro sacerdote, Rolando Álvarez, que sepa la dictadura que nosotros no somos la Iglesia del silencio. Se equivocaron: aquí hay una Iglesia que vibra, que lucha hasta habernos liberado de ellos muy pronto”, dijo a la VOA el opositor y excarcelado político Gabriel Putoy.
“Al Papa le pedimos que sea más beligerante…que por favor, ponga su mirada sobre Nicaragua. Sí sabemos que están trabajando, pero no es simplemente decirlo en una homilía, es pronunciarse directamente, es utilizar todos los canales diplomáticos. No se puede quedar la Iglesia en silencio en estos tiempos”, sentenció Putoy.
Observador de la Santa Sede en la OEA manifiesta su deseo por el diálogo
Sin embargo, aunque el Papa no se ha pronunciado sobre la crisis reciente en Nicaragua, la semana pasada el observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos, monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, expresó en una sesión extraordinaria que hubo al respecto, que “no dejaban de manifestar su preocupación por el panorama en Managua.
“La Santa Sede no puede dejar de manifestar su preocupación al respecto, mientras asegura su deseo de colaborar siempre con quienes apuestan por el diálogo, como instrumento indispensable de la democracia y garante de una civilización más humana y fraterna”, indicó Cruz Serrano.
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