Los pobladores del departamento de Carazo, en Nicaragua, recordaron este lunes a las víctimas que dejó la operación limpieza ejecutada por fuerzas paramilitares progobierno hace un año con una misa que se realizó en la iglesia San Antonio en Jinotepe, asediada por fuerzas antidisturbios y agentes de la Policía Nacional.
Elizabeth Velázquez, madre de Josué Mojica, uno de los jóvenes asesinados el 8 de julio del 2018, volvió a pedir justicia para estos crímenes.
“Extraño todo, todo de él, porque como les dije fueron nuestras vidas las que nos quitaron. Siento que fue hoy mismo que sucedió esto, para mí no pasa el tiempo y quiero justicia, porque nosotras las madres no tenemos paz hasta que se haga justicia”, aseguró visiblemente afectada.
“Lloramos por las madres que están aquí y que perdieron a sus hijos, que se sientan orgullosas de sus hijos, de esos hijos que parieron. Dios no se va a quedar con esas muertes y esos sueños truncados”, gritaba dentro de la iglesia una de las participantes de la misa. En el evento religioso participaron familiares de los asesinados, expresos políticos y población en general.
En las afueras de la iglesia se vivieron momentos de tensión cuando simpatizantes sandinistas se enfrentaron a los feligreses que participaban en la misa, en medio de una fuerte presencia de agentes de la policía. El jefe de la Policía de Jinotepe, comisionado mayor Pedro Argueta, se presentó al lugar.
Al respecto, el párroco de la iglesia San Antonio, Gonzalo Rodríguez manifestó que: “lo importante es tener la certeza de lo que se defiende y lo que se defiende es la verdad y ante eso no hay necesidad de gritar ni nada. Basta tener una actitud serena, tranquila y saber que eso se impone a donde sea”.
“No hay que provocar; Sin embargo, sabemos que con estas personas es difícil, lo que es la policía, digámoslo así los que están a favor del gobierno, el mensaje que doy es que uno tiene que ser muy prudente”, enfatizó el religioso quien denunció que en el país no se está respetando la libertad de culto.
El ataque a Carazo ocurrió el pasado 8 de julio del 2018, cuando el gobierno ordenó la operación limpieza en los municipios de Jinotepe, Diriamba y Dolores contra los pobladores que levantaron tranquen en esas zonas. Organismos de derechos humanos reportaron más de 20 muertos durante ese ataque.