Meteorólogos en Estados Unidos dicen que una fuerte tormenta invernal en el norte del estado de Nueva York ha cesado, pero las inundaciones podrían ser ahora el próximo problema.
Se prevé que las temperaturas aumenten a cerca de 16 grados Celsius en los próximos días, derritiendo toda la nieve –de dos metros y medio de alto—que se ha acumulado en dos tormentas invernales seguidas.
Muchos residentes han quedado atrapados en sus casas, quedándose sin medicinas o sin energía eléctrica en la ciudad de Buffalo y sus alrededores.
Las autoridades culpan a una ola ártica por las últimas ocho muertes, la mayoría por exposición y ataques cardíacos en varias personas que estaban paleando la nieve.
El otro peligro es el de los techos de las casas y edificios que amenazan con colapsar bajo la enorme presión de la nieve. En ese sentido, las altas temperaturas y la lluvia que se espera para el fin de semana podrían ser un alivio.
Las tormentas invernales dejaron un saldo de 13 muertos.