Poca ayuda a víctimas de Boko Haram

Un cartel del presidente nigeriano Goodluck Jonathan durante un mitín de campaña en Lagos.

El presidente de Nigeria, en plena campaña de reelección, ha sido criticado por no hacer lo suficiente para hacer retroceder a los insurgentes.

El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, ha prometido algunas medidas de alivio a los civiles desplazados por la insurgencia de Boko Haram en el estado nororiental de Borno.

Jonathan, que está en medio de una campaña política para reelegirse, hizo una visita a la capital del estado, Maiduguri, el jueves.

El mandatario ha sido criticado por no hacer lo suficiente para hacer retroceder a los insurgentes que a principios del mes quemaron al menos dos pueblos en el área, forzando a muchos a huir de sus casas por seguridad.

“Como presidente, me siento traumatizado cada vez que oigo sobre estos excesos, me entristece", dijo Jonathan al visitar los campos de refugiados, al tiempo que aseguró a los desplazados que "no se van a quedar en estos campos por mucho tiempo”.

El dominio de Boko Haram en el noreste y la violencia rampante han sembrado las dudas sobre si la elección presidencial programada para el 14 de febrero pueda llevarse a cabo en el nororiental estado.

El sábado 3 de enero el grupo Boko Haram atacó una base del ejército en Baga, en el noreste de Nigeria, en la frontera con el Chad. Los militares huyeron y en los días siguientes los militantes atacaron hasta 16 aldeas y bosques cercanos.

Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) han publicado por separado varias imágenes por satélite que muestran la destrucción provocada por los recientes de ataques de Boko Haram en Baga y Doro Gowon en los que murieron al menos 150 personas pero se teme que fueran hasta 2.000.