Dos ataques de los talibán en la norteña provincia afgana de Kunduz, el lunes temprano, mataron a ocho oficiales de las fuerzas de seguridad e hirieron a varios otros, según autoridades de la provincia.
Un portavoz del gobernador de la provincia, Esmatullah Muradi, le dijo a la Voz de América que los militantes lanzaron sus ataques contra puestos de seguridad poco después de la medianoche y los combates continuaron hasta el amanecer. Detalló que 13 combatientes talibán murieron en la aldea de Shinwari, cerca del centro de la provincia.
En un tuit, el portavoz del grupo insurgente, Zabihullah Mujahid, confirmó los ataques y dijo que nueve oficiales de seguridad fueron muertos. Agregó que un vehículo blindado fue destruido y que sus ocupantes resultaron muertos cuando intentaban llevar refuerzos a las fuerzas afganas.
Mientras tanto, en la vecina provincia de Baghlan, la sensación generalizada de inseguridad aumentó durante las últimas semanas mientras los residentes reportaban puestos de control ilegales implantados por los talibán en la carretera Kabul-Mazar-e-Sharif, entre Baghlan y Mazar-e-Sharif.
Los ataques talibanes continúan en un momento en que el gobierno afgano está bajo presión para facilitar el inicio de negociaciones con los insurgentes lo antes posible.
“Urgimos a los líderes de este país para establecer rápidamente el nuevo gobierno, crear el Alto Consejo para la Reconciliación Nacional, completar el intercambio de prisioneros y avanzar para iniciar las negociaciones entre los afganos”, tuiteó el domingo el Encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos, Ross Wilson.
También lea Líder afgano promete liberación de últimos prisioneros del TalibánEl gobierno afgano ha culpado a los talibán por el retraso en las negociaciones que estaban previstas a iniciarse en marzo, pero que han sido retrasadas en varias ocasiones.
Najia Anwari, una portavoz del Ministerio de la Paz, dijo que el gobierno está tomando en consideración las leyes existentes en el país al liberar a prisioneros talibanes.
La liberación de hasta 5.000 prisioneros, a cambio de unos mil oficiales de seguridad afganos, fue el más grande obstáculo en las pláticas con los insurgentes. El gobierno ha liberado unos 4.400 prisioneros pero se ha negado a excarcelar a un ultimo grupo, llamándoles peligrosos e involucrados en sangrientos ataques. En lugar, le ha pedido a los talibanes que sometan una lista de nombres alternativa, una demanda que los militantes han rechazado.
El intercambio de prisioneros fue incluido en un acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes, que fue firmado en febrero en un esfuerzo para ayudar a terminar el conflicto de décadas en Afganistán. El gobierno afgano, que no fue parte del acuerdo, se ha resistido a liberar a prisioneros afganos desde el inicio, sin que los insurgentes se comprometan a un cese al fuego.
Aún así, el representante especial para Pakistán, Muhammad Omer Daudzai, le dijo a la VOA que las negociaciones entre afganos podrían empezar en las próximas semanas.