Alrededor de 200 casas y otros edificios fueron destruidos por un incendio en el estado de Rakhine, devastado por el conflicto de Birmania, informó el martes la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW por sus siglas en inglés).
El grupo de derechos humanos dijo que imágenes de satélite registraron la destrucción el 16 de mayo.
El estado de Rakhine, en el norte de Birmania, ha estado plagado de conflictos entre el ejército birmano, también conocido como Tatmadaw, y el Ejército Arakan (AA), un grupo militante de budistas rakhine que busca el autogobierno.
Nadie se ha atribuido la responsabilidad de la destrucción del 16 de mayo.
El recuento más reciente de quema masiva en Rakhine fue en agosto de 2017, cuando los militares y civiles militantes de Birmania destruyeron al menos 392 aldeas rohinyás.
Los musulmanes rohinyá, de la densamente poblada Rakhine, son una minoría étnica en el país de mayoría budista. Desde 1982, el gobierno se ha negado a reconocer a los rohinyá como sus ciudadanos, viéndolos como inmigrantes ilegales de la vecina Bangladés.
La violencia de 2017 involucró masacres, ejecuciones extrajudiciales, violaciones masivas de pandillas y pueblos quemados por el Tatmadaw, eventos que una misión de investigación establecida por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas describió que se elevaron del nivel de "crímenes de guerra y contra la humanidad" a "intención genocida".
El conflicto actual entre el Tatmadaw y AA ha empujado a más rohinyás a huir, lo que lleva a cientos al mar a buscar seguridad en los países vecinos.
Citando preocupaciones sobre COVID-19 a principios de este año, Malasia negó la entrada a casi 400 refugiados musulmanes rohinyá, dejándolos varados en el mar durante dos meses hasta que Bangladés los acogió.