El gobierno de Estados Unidos precisó el miércoles que mantiene el objetivo lograr que Irán vuelva a cumplir con el acuerdo nuclear, pero advirtió a Teherán que su paciencia “no es ilimitada”.
“Nuestro objetivo en todo esto es asegurarnos de que -una vez más- tengamos restricciones verificables y permanentes sobre el programa nuclear de Irán y con ello asegurarnos de que Irán no pueda adquirir un arma nuclear”, señaló el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price en encuentro con los periodistas. "Por lo tanto, nuestra paciencia no es ilimitada".
La cuestión del acuerdo nuclear, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), del que Washington se salió en mayo de 2018, durante la Administración Trump, “es un desafío urgente" para el nuevo gobierno, dijo Price.
También lea Oferta de Biden para revivir acuerdo nuclear con Irán enfrenta un largo camino: analistasApelando a informaciones de la comunidad de inteligencia del Departamento de Estado, Price aseguró que durante la administración del presidente Barack Obama, en que se iniciaron las negociaciones con el gobierno iraní, Teherán tenía menos tiempo “para adquirir el material nuclear necesario para construir un arma nuclear” que en los momentos actuales.
El vocero de la diplomacia estadounidense indicó que en el mandato Obama-Biden, a Irán le hubiera costado aproximadamente un año -sorteando todas las limitaciones impuestas- el llegar a fabricar un arma, mientras ahora solo estaría a solo "unos meses” de conseguirlo.
Price insistió en que EE.UU. considera que “la forma más efectiva de asegurar que Irán nunca podría adquirir un arma de energía nuclear es a través de la diplomacia”.
"Ahora que Irán se ha distanciado de varias de estas limitaciones clave de su programa nuclear, se ha vuelto más avanzado en ciertos aspectos", explicó Price.
En 2015 Estados Unidos y sus aliados China, Francia, Rusia, Francia más Alemania (P5 +1) lograron un compromiso de Irán para que la Agencia Internacional de la Energía Atómica visitara sus instalaciones en Teherán.
En mayo de 2018 el entonces presidente Donald Trump retiró a EE. UU. del pacto , calificándolo de un “desastroso acuerdo”. El ya expresidente consideró en esa fecha que se esperaba que el JCPOA “protegiera a Estados Unidos y sus aliados”, sin embargo, fue un pacto “unilateral y no trajo la paz, y no trajo la calma”.
El gobierno iraní argumentó en numerosas ocasiones que su programa nuclear tenía fines pacíficos en tanto que acordó limitar su actividad nuclear para disipar los temores, a cambio de alivio de esas sanciones que perjudican gravemente a su economía.
En cualquier caso, Teherán ha defendido con vehemencia que tiene derecho a desarrollar su programa de misiles nucleares.