Francia disputa a EE.UU. posible vacuna para COVID-19

El laboratorio francés Sanofi está desarrollando una vacuna contra el coronavirus con financiamiento de Estados Unidos.

La posibilidad de que Estados Unidos reciba primero una vacuna contra la COVID-19 desarrollada por el laboratorio Francés Sanofi ha indignado al gobierno de Francia, que expresó ese jueves su oposición a que un país tenga preferencia.

El director ejecutivo de Sanofi, Paul Hudson, dijo el miércoles que las dosis de vacuna producidas en Estados Unidos podrían ir primero a pacientes estadounidenses, debido al apoyo financiero del país a las investigaciones.

El gobierno estadounidense tendrá “derecho a los pedidos más grandes”, ya que ese país “ha invertido para intentar proteger a su población”, declaró el ejecutivo en una entrevista a la agencia Bloomberg.

Francia puso el grito en el cielo.

“Para nosotros sería inaceptable que haya un acceso privilegiado a tal o cual país bajo un pretexto que sería monetario” dijo la secretaria de Estado francesa para Economía, Agnes Pannier-Runacher, en declaraciones a Sud Radio.

La funcionaria agregó que había contactado a la firma y recibió garantías de que la vacuna estaría accesible en todos los países, incluso Francia, donde el laboratorio tiene lugares de producción.

También este jueves, Sanofi trató de amainar la controversia.

"Evidentemente, si Sanofi logra desarrollar una vacuna para COVID-19 que sea efectiva, estará disponible para todos”, dijo Olivier Bogillot, el director de la compañía en Francia, a la cadena de televisión BFM.

La controversia sacó a relucir las dudas de si Europa ha actuado con mayor lentitud para responder a un financiamiento de investigaciones de vacunas y Sanofi reiteró que Estados Unidos ha sido más rápido en ese sentido.

A principios de este mes, la Unión Europea presidió una cumbre global en línea para impulsar las investigaciones sobre el coronavirus y recibió promesas de aportes de 8.000 millones de dólares de unos 40 países y donantes.

La vacuna que investiga Sanofi ha sido financiada en parte por la Autoridad de Investigaciones y Desarrollo Avanzados de Estados Unidos, conocida por sus siglas BARDA.