Pentágono: fuerzas de EE.UU. en Siria combaten a E.I., no cuidan petróleo

Tropas estadounidenses patrullan una zona de pozos petroleros en Siria a finales del 2019.

El giro representa un cambio de tono del nuevo presidente Joe Biden en cuanto a la política de su antecesor Donald Trump para la guerra civil en Siria.

Las fuerzas de Estados Unidos en Siria están enfocadas en combatir a los remanentes del grupo terrorista Estado Islámico y no custodian campos petroleros como había ordenado el expresidente Donald Trump, informó el lunes un funcionario de defensa.

Las tropas no están involucradas en esa tarea desde que una firma estadounidense fue contratada el año pasado por los kurdos en el norte de Siria para ayudar a explotar reservas de petróleo en el noreste de Siria, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby.

Los 900 militares y contratistas en la región “no están autorizados a proveer asistencia a ninguna otra compañía privada, incluyendo sus empleados o agentes, que busquen desarrollar recursos petroleros en Siria, explicó el portavoz.

La única excepción es cuando las tropas estén operando bajo autorización existente para proteger a civiles, dijo Kirby, lo que podría explicar la continua presencia de los soldados estadounidenses en los alrededores de los campos petroleros.

"Es importante recordar que nuestra misión allí es facilitar la derrota permanente del E.I.”, añadió.

El giro representa un cambio de tono del nuevo presidente Joe Biden en cuanto a la política de Trump para la guerra civil en Siria.

Los principales campos petroleros están en un territorio del noreste de Siria, una región donde las Fuerzas Democráticas Sirias, aliadas de EE.UU. y compuestas por kurdos, dominan el territorio y dependen del petróleo.

En 2019, después de la derrota del “califato” del Estado Islámico por fuerzas de Estados Unidos y sus aliados, Trump declaró que las tropas de EE.UU. se retirarían en su mayoría del país y solo quedaría una fuerza residual para “proteger” el petróleo.

Los funcionarios estadounidenses dijeron entonces que estaban allí para prevenir que los campos petroleros cayeran en manos de los extremistas.

Al año siguiente, una compañía petrolera de EE.UU. antes desconocida, Delta Crescent Energy, firmó un acuerdo con los kurdos para explotar los depósitos petroleros.