“Los gobiernos deben combatir el COVID-19 alentando a las personas a usar mascarillas, no a callarse”, expresó esta semana Gerry Simpson, director asociado de crisis y conflictos de Human Rights Watch (HRW), luego de que el organismo reportara que 83 gobiernos en todo el mundo han usado la pandemia para justificar violaciones al ejercicio de la libertad de expresión y de reunión pacífica.
Poniendo como justificación la salud pública, las autoridades han “atacado, detenido, procesado y, en algunos casos, asesinado a críticos, dispersado protestas pacíficas, cerrado medios de comunicación y promulgado leyes imprecisas”, apuntó el organismo en una nota de prensa que difundió también en su cuenta de Twitter.
Entre algunos de los países citados por HRW están Bangladés, China, Cuba, Egipto, India, Rusia, Turquía, Venezuela y Vietnam. Otros de los Estados que también mencionó, habían sido reportados previamente por Amnistía Internacional en un informe similar, y destacaban Colombia, Marruecos, México, República Dominicana, El Salvador y Siria, entre otros.
El organismo hizo un llamado a los gobiernos a poner fin a los abusos y trabajar para que “los responsables de graves abusos y violaciones de derechos humanos rindan cuentas”.
Llamado a la ONU
Human Rights Watch además pidió a las Naciones Unidas se pronuncie sobre el tema en su próximo Consejo de Derechos Humanos, el cual inicia su período de sesiones el 22 de febrero de 2021.
El llamado a la ONU es para que delegue un nuevo informe que aborde “específicamente el cumplimiento por parte de los Estados de sus obligaciones de derechos humanos” en la respuesta a la pandemia, incluido el impacto de las restricciones a la libertad de expresión y de reunión pacífica.
También lea CIDH otorga medidas cautelares a periodistas salvadoreñosHuman Rights Watch estudió las respuestas de gobiernos de todo el mundo a la pandemia del nuevo coronavirus y concluyó que “la injerencia ilegítima en la libertad de expresión ha sido una de las formas más comunes en las que se han extralimitado”.
Tendencias
El organismo identificó algunas acciones a repetirse en los diferentes países tales como el uso indebido de las fuerzas militares, medidas de confinamiento excesivas, uso de municiones reales y fuerza para someter a manifestantes; promulgación de leyes imprecisas, así como medidas que criminalizan la difusión de información, entre otras.
“La represión excesiva, y a veces violenta, de expresiones críticas por parte de los gobiernos demuestra una predisposición alarmante a relegar una libertad fundamental en nombre de la lucha contra el COVID-19”, explicó el director asociado de crisis y conflictos del organismo. “La obligación de los gobiernos de proteger al público de esta pandemia letal no les da vía libre para que supriman información y repriman el disenso”.