Los nuevos pobres de España cargan mucho de las secuelas del COVID-19

Un hombre lee los avisos en una oficina de empleo en Madrid, España, el martes 28 de abril de 2020.

Eduardo Sánchez es uno de los voluntarios en el banco de alimentos de la Cruz Roja en Barcelona. Desafortunadamente, el es uno de un creciente número de españoles que dependen de la caridad para sus necesidades básicas.

El padre de tres hijos perdió su trabajo en una compañía de servicios de comida luego que España impusiera una férrea cuarentena en marzo para tratar de contener la pandemia del coronavirus. Como el único generador de ingresos en su familia, se vio obligado a pedir ayuda a la Cruz Roja, para la que él pasa los días trasladando suministros de un lugar a otro.

Sánchez, de 47 años, es otra víctima de la desaceleración económica causada por la pandemia, que ha dejado a siete millones de personas, casi el 30 por ciento de la fuerza laboral española, dependientes de la ayuda estatal, según cifras oficiales publicadas en mayo.

Entre esas personas hay quienes han perdido sus empleos, quienes han sido dejado vacantes temporalmente y quienes están enfermos.

Una imagen que ilustra el alivio de los confinamientos en España. Una camarera limpia una mesa solitaria de un restaurante en Sevilla el 11 de mayo de 2020.

“Es muy frustrante pero que puede hacer uno? Sólo estoy esperanzado de que cuando las cosas se mejoren, me den una llamada”, le dijo Sánchez a la Voz de América, mientras cargaba una furgoneta con frutas, carnes y pescado. “Estoy desempleado y recibo 1.200 euros (1.317 dólares) por mes. Pero eso es 800 euros (878 dólares) menos que lo que recibía cuando estaba trabajando. Con todos los cobros, no tenemos suficiente. Y los beneficios por desempleo se terminan en Agosto”.

Hibernación económica

La Cruz Roja afirma que desde que el confinamiento lanzó al país a la hibernación económica, se le ha ofrecido ayuda a 1,6 millones de personas, cinco veces las personas atendidas en el mismo período del 2019.

La Federación Española de Bancos de Alimentos también reportó un incremento de entre el 30 y 40 por ciento en el número de solicitudes de ayuda desde el inicio de la crisis del COViD-19, comparado con el mismo período del 2019.

España está relajando lentamente su confinamiento y los trabajadores están regresando a sus empleos, pero el Banco de España pronostica que el daño a largo plazo a la economía será severo.

Pablo Hernández de Cos, el gobernador del banco, dice que la economía española, dependiente de la industria del turismo, se contraería por 9,5 a 12,4 por ciento en el 2020, pero que resurgiría el próximo año creciendo entre 6,1 y 8,5 por ciento.

Dijo que España es especialmente vulnerable a la pandemia del coronavirus pues las medidas de distanciamiento social tuvieron un impacto más grande en el turismo, que representa el 25 por ciento del Producto Interno Bruto.

Protestas

Y en medio de la impaciencia con la insistencia del gobierno con prorrogar el confinamiento hasta el 6 de junio, demostraciones han tenido lugar todas las noches en las calles de Madrid, Barcelona y otras ciudades del país.

Los manifestantes, envueltos en banderas españolas y gritando “Viva España”, han exigido la renuncia del gobierno de izquierda.

“Este gobierno está destruyendo la economía. Su insistencia de mantener este confinamiento va a arruinar al sector turístico y a dejar a miles de personas sin sus trabajos”, dijo el manifestante, Guillermo Rocafort, a la VOA, en una entrevista telefónica.

Un informe confidencial de la Guardia Civil Española, redactado antes que empezaran las manifestaciones, advirtió que al profundizarse la crisis las protestas estarían dirigidas contra puntos claves de infraestructura y las sedes de los partidos políticos.

Los ataques serían perpetrados por aquellos que hayan perdido sus empleos o hayan sido despedidos, dijo la Guardia Civil.

La frustración con la forma paulatina en que el gobierno va levantando el confinamiento es recibida con especial sensibilidad en una de las industrias claves de España: el turismo.

El Segundo destino turístico más popular del mundo después de Francia, España espera estar reabierta para los negocios en junio, reviviendo un sector que representa el 12,5 por ciento del Producto Interno Bruto.

Arancha González Laya, la ministra de Asuntos Exteriores, le dijo a la BBC, “estamos esperando recibir turistas cuando antes, pero también somos conscientes que cuando les demos la bienvenida, queremos proveer el más seguro destino en Europa”.

Líderes empresariales afirman que los políticos, sindicalistas y autoridades locales deberían suprimir la burocracia para ayudarle a las empresas a ponerse nuevamente de pie.

José Lombardero, quien administra una cadena de restaurantes en Barcelona y emplea a 150 personas, dice que las regulaciones impuestas por el concejo municipal para abrir terrazas frente a sus establecimientos les costarán a negocios en dificultades miles de dólares adicionales.}

“Es realmente importante que las autoridades locales, el gobierno, los sindicatos y representantes de los empresarios, se sienten a conversar, con valentía, sobre cómo defender las empresas y con eso, los empleos”, le dijo a la VOA.

“Todo ha cambiado y los políticos tienen que ponerse al día”, agregó.

El concejo municipal de Barcelona no respondió una solicitud para conocer sus comentarios.

Miguel Otero, un veterano analista del Instituto Real Elcano, en Madrid, quien asesoró al gobierno sobre el levantamiento del confinamiento, cree que la crisis ha cambiado la actitud española hacia los más vulnerables en la sociedad.

“Habrá una gran depresión, un enorme desempleo. Pero creo que podrían haber ciertos consensos sobre proteger a los que han sido golpeados más fuertemente. Hace algunos años esto quizás no habría ocurrido”, le dijo Otero a la VOA en una entrevista telefónica.