Nasim y Zainab fueron de los últimos afganos que pudieron huir de Kabul en un vuelo comercial. Ahora se encuentran en España, donde conversaron con la Voz de América sobre la situación de su país natal.
“Estuvimos en peligro. Nos enfrentábamos a más amenazas de seguridad por parte de los talibanes. (…) Vinimos aquí porque no nos sentíamos seguros allí”, relató Nasim a la VOA.
El joven, de 30 años, conoce de primera mano la violencia de los talibanes, pues cuando solo era un niño el grupo torturó y mató a su padre. Ahora se encuentra en Barcelona, junto a su esposa Zainab, de 27 años y embarazada de siete meses.
Ambos son originarios de Mazar-i-Sharif, una ciudad del norte del país y una de las últimas en ser tomada por el grupo talibán. Sin embargo, la pareja se anticipó a lo que iba a ocurrir. Antes que el grupo extremista consiguiera controlar la urbe y la capital, Kabul, los jóvenes decidieron dejar sus vidas en Afganistán y empezar desde cero en otro lugar.
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“Aplicamos para salir de Afganistán antes que la situación se volviera caótica (…) Nos arriesgamos a ver si nos permitían entrar y, afortunadamente, aceptaron nuestra solicitud”, relata Nasim, quien destacó que en este momento la situación ha “cambiado”.
“Ahora todo el mundo intenta salir, pero no es fácil”. El joven afirma sentirse aliviado y agradecido por estar en suelo español, aunque al llegar tuvieron que enfrentarse a algunos obstáculos, como dormir en el aeropuerto de Barcelona por días, a la espera que los dejaran entrar en el país.
Como afganos conocemos muy bien a los talibanes, porque tenemos memoria, y sabemos cómo matan gente”
Nasim, refugiado afgano en España
Actualmente se alojan en un hostal de la Cruz Roja. Cuentan con un permiso de estadía temporal, pero esperan que se les permita regularizar su situación de manera indefinida. Su hijo probablemente nacerá en la ciudad catalana, por lo que la pareja se muestra esperanzada por darle un futuro mejor.
Sin embargo, no olvidan a los familiares que dejaron atrás. Temen que puedan enfrentarse a represalias, sobre todo la familia de Nasim, vinculada a la política de Afganistán desde hace años.
El joven explica que su hermano, quien ha sido diputado en el Parlamento dos veces, también ha huido, aunque no especifica dónde: “Estamos preocupados por él y mis sobrinos. Tenemos información sobre ellos (los talibanes), y están buscando a gente y registrando. Cuando se calma todo es una calma falsa en Afganistán. Las familias políticas están en riesgo”.
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Nasim relató que vivir bajo el dominio de los talibanes, considerados como un grupo terrorista por Estados Unidos, es “muy complicado”, especialmente para las mujeres. “Como afganos conocemos muy bien a los talibanes, porque tenemos memoria, y sabemos cómo matan gente (…) Dejaron atrás a gente en una situación muy horrible, y ahora tienen que empezar de cero”.
El joven teme que la situación de su país empeore drásticamente, sobre todo después que EE. UU. decidió retirar sus tropas, una decisión que considera “equivocada”:
“América perdió ante ellos una vez más (…) Y los recursos financieros que se emplearon durante estos años para mejorar Afganistán se han desperdiciado”. Es por ello que un hace un llamado desesperado a la comunidad internacional: “No tienen que olvidar a los afganos”.
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