Autoridades del Pentágono informaron el viernes que el atentado mortal el jueves en la entrada al aeropuerto de Kabul fue perpetrado por un solo terrorista suicida y no por dos. También confirmó el Pentágono que no hubo una segunda explosión en un hotel cercano.
Los nuevos detalles llegan cuando multitudes de personas desesperadas por salir de Afganistán regresaron este viernes al aeropuerto de Kabul al reanudarse los vuelos de evacuación, un día después de los ataques con bombas que dejaron más de 100 muertos en los alrededores de la instalación.
"Puedo confirmarles que no creemos que haya habido una segunda explosión en el Hotel Baron o cerca de él, que fue un solo terrorista suicida", dijo a los periodistas el general de división del Ejército William Taylor.
El atentado del jueves en el aeropuerto de Kabul, en el que murieron al menos 79 afganos y 13 soldados estadounidenses, fue reivindicado por militantes del Estado Islámico. La filial afgana del Estado Islámico, ISIS-Jorasán, se ha erigido en enemiga tanto de Occidente como de los talibanes.
Taylor dijo que los soldados estadounidenses heridos en el ataque estaban siendo tratados en Alemania
El diario Wall Street Journal informa que la mayoría de esas personas huyeron del área más tarde el viernes en medio de rumores de que otro ataque terrorista era inminente.
Al menos 90 afganos murieron en el ataque, según la agencia de noticias afgana Pajhwok. También hubo 13 soldados estadounidenses entre los muertos.
El grupo Estado Islámico se atribuyó los ataques en un reporte en su canal de noticias en Telegram, horas después de que dos atacantes suicidas detonaran explosivos en el perímetro del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai.
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Según dijo el general Frank McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos, en un reporte de prensa en el Pentágono, una batalla a tiros se destapó después de las explosiones.
Una facción regional del EI conocida como ISIS-Khorasan Province, o ISIS-K, fue señalada por los ataques.
El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió venganza contra los responsables.
"A quienes cometieron este ataque, así como a cualquiera que le desee mal a Estados Unidos, sepan esto: no perdonaremos”, dijo Biden en un mensaje televisado. “Les vamos a dar caza, pagarán por ello".
Biden dijo que había ordenado a los comandantes desarrollar planes de acciones contra blancos de ISIS-K: “Responderemos con fuerza y precisión (…) en el lugar y momento que seleccionemos”.
Fue el peor día para los militares estadounidenses en Afganistán en una década. También el día más sombrío de la presidencia de siete meses de Biden, quien aplazó a último minuto una reunión en Washington con el primer ministro de Israel, Naftali Bénet.
Más de 100.000 personas han salido de Afganistán en vuelos de evacuación, dijo Biden el jueves, y prometió que las evacuaciones continuarán hasta el plazo de retirar todas las tropas el 31 de agosto.
"Sacaremos a todos los estadounidenses que quieran salir de allí”, afirmó el presidente.
[Con información de AP, AFP y Reuters]
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