Las autoridades en el estado de California enfrentan uno de los meses de diciembre más lluviosos en décadas y aumenta la preocupación sobre los efectos a largo plazo, como deslaves y otros problemas de seguridad en las infraestructuras.
El sur de California está bajo una advertencia de vientos fuertes los dos últimos días del año 2010, y se pronostica más lluvia.
El diario Los Ángeles Times informa que la región ha recibido unos 36 centímetros de lluvia en las pasadas dos semanas.
Las autoridades dicen que la tierra saturada de agua podría facilitar los aludes durante lo que queda del invierno.
Las recientes inundaciones en California también han causado el cierre de importantes carreteras.
Mientras tanto, en Nueva York, en la costa este de Estados Unidos, las autoridades están investigando por qué la respuesta de la ciudad fue tan lenta a la tormenta de nieve del domingo siguiente a la Navidad.
Muchas calles aún permanecen intransitables este jueves 30 de diciembre, pese a una promesa del comisionado de salubridad de la ciudad y cuando ya se prepara la tradicional fiesta de fin de año que reunirá a un millón de personas solamente en Times Square, para el conteo de los diez segundo finales del año viejo.
El alcalde Michael Bloomberg asumió la responsabilidad por las fallas, ha prometido una investigación y también señaló la responsabilidad de los residentes por dejar sus automóviles abandonados en las calles, dificultando las tareas de limpieza.