En lo corrido de 2023 ya se registran 23 muertes en siniestros por fuego, la gran mayoría causadas por baterías de litio que son usadas en bicicletas y patinetas y que muchas personas ponen a cargar sin supervisión.
“Se calientan y cuando empiezan a botar humo y se tiran no hay ninguna manera para pararlo, para apagar, nosotros conseguimos que una bicicleta normal coge como 30 galones de agua para apagarles el incendio de una bicicleta, pero esta bicicleta de litio cogen como 300 galones para la misma cantidad de incendio”, dice el Teniente Jorge Ricco, Presidente de la Asociación nacional de bomberos.
Populares entre repartidores de comidas y bicicletas de turismo, estas baterías que se reencauchan o venden más baratas por internet se han convertido en asesinas. En 2022 fueron la causa de 216 siniestros. Rehabilitar un edificio luego de un incendio es también una tarea tediosa y larga.
“El incendio hay que sacar demasiados permisos, hay que ver la ciudad, los requerimientos que necesitamos y sí es más difícil cuando es incendiado, cuando es reparación es normal, es nada más se tira una pared y se pone ahí mismo, pero incendio sí se tiene que reparar completamente todo”, comenta José Reyes, Constructor contratista.
Legisladores en Nueva York buscan aprobar más leyes para sacar las baterías de litio sin certificación de las calles y restringir la venta de estos dispositivos que no cumplan con las normas de seguridad. Crear estaciones con vigilancia para cargar estas baterías es otra de las soluciones que se barajan.